Antecedentes
Los modelos M en BMW han sido por tradición vehículos rápidos, ágiles y deportivos, el primero de la zaga fue el M3 hace muchos años ya.
Los modelos X5 y X6 fueron los primeros vehículos de este tamaño que la marca BMW decidió pasar por su departamento de alto desempeño llamado simplemente M.
Es un vehículo extremo y rápido, cuyo código interno es E70, fue presentado en el marco del Salón de Nueva York en 2009 y sus competidores directos son los los también extremos Mercedes-Benz ML 63 AMG y el Porsche Cayenne Turbo.
Características técnicas y mecánicas.
El X5 M es un vehículo de casi dos toneladas y media, robusto y grande. Bajo el cofre se aloja un motor cuyo rimbombante nombre es tan largo como su gran poder, se trata de un V8M Twin Power Turbo DOHC de 32 Válvulas de admisión variable de 4.4 litros de desplazamiento cuyo código interno es S63.
Dicha mecánica está acoplada a una transmisión automática Steptronic de seis cambios con paletas en el volante, la potencia supera los 550hp en el rango de las 5,750 revoluciones y el torque también rompe la barrera de las 500 libras-pie en un rango optimo de 1,500 a 5,650 revoluciones por minuto.
La tracción es integral denominada por BMW como XDrive y es el primer producto M que la ofrece, en condiciones normales, la tracción se distribuye entre los ejes delantero y trasero en una proporción 40:60. Pero en el momento en que el sistema detecta una pérdida excesiva de tracción, desplaza ligeramente la tracción para hacer frente a las nuevas condiciones y, de este modo, ofrecer la máxima tracción posible.
Las prestaciones también son escalofriantes ( y el consumo de combustible si se decide ir rápido también lo es)
Velocidad máxima: 250 km/h y con el programa M Drive activado es de 275 km/h.
0 a 100 km/h en 4.7 segundos (No olvidemos las 2.5 toneladas de peso)
Emisiones de CO2 325g x km.
Consumos:
Ciudad: 5.13 km/l
Carretera: 7.2 km/l (Aprox. 13.9 litros por 100 kilómetros)
Interiores
Una de las grandes y a la vez criticadas características de BMW es lo espartano de los interiores, son básicos y funcionales ofrecen lo necesario y un poco más, pero no son atrevidos ni escandalosos como otros fabricantes. Son sobrios y en el caso específico de la versión M el modelo ofrece algunos insertos en el tablero con acabado negro piano y otros con un patrón que simula la fibra de carbón, en el volante de tres brazos está presente el emblema M y una discreta y agradable costura que combina y juega con los colores de "Motorsport" de BMW, el rojo, azul y morado.
El cuadro de instrumentos también es básico y espartano, se compone de dos circunferencias del mismo diámetro para el tacómetro que marca hasta las 8 mil rpm que está ubicado a la derecha y el velocímetro cuyo tope está en los 300 km/h a la izquierda, estos instrumentos son negros con los diales en blanco y las agujas en rojo, están circundados por una discreto bisel color aluminio mate, justo al centro hay una pequeña pantalla con caracteres de lcd en rojo que muestran el status de la transmisión así como información diversa de la temperatura de los fluidos del motor y distancia recorrida por citar algunos.
Al centro del tablero encontramos una pantalla de cristal líquido, que en conjunción con el botón iDrive se puede configurar y reconfigurar la respuesta de casi todo el vehículo, desde la puesta a punto de la suspensión, manipular el aire acondicionado o seleccionar una acción de un reproductor mp3 extremo o bien ingresar la dirección de destino en el sistema GPS, este botón colocado al lado de la palanca de cambios (que más bien es un joystick).
Las tapicerías son de cuero de inmejorable calidad (hasta parecen británicas) el patrón de diseño también es conservador y tiene grabadas en las cabeceras la característica letra M, dichos asientos son además de cómodos y ofrecer óptima sujeción lateral son calefactables y de múltiples posiciones de accionamiento eléctrico.
En el X5 M no solo el motor es poderoso y potente, el equipo de sonido entrega 230 watts y el sonido emana por 12 bocinas colocadas de una manera perfecta, que ofrecen al conductor una gran calidad de reproducción de audio.
Manejo
El X5 M es un vehículo que hay que probar en varios terrenos, si bien el talante deportivo lo hace ideal para trayectos en autopista, en ciudad se comporta como un sedán de lujo y si se tiene la posibilidad de entrar a una pista con el X5 M, la experiencia será simplemente inolvidable, la conjunción de poder mecánico y todas las asistencias electrónicas imaginables permiten que un vehículo de este tamaño, altura y gran masa se comporte como un pequeño biplaza ¿se acuerdan de las 2.5 toneladas?
Les contaré la prueba en autopista, ya que la evaluación en ciudad es aburrida, pues lo único destacable es el gran poder del aire acondicionado y la buena calidad del equipo de sonido, además del buen confort de los interiores. Sin duda el terreno natural para el X5 M es la carretera (o la pista) en donde los promedios sean superiores a los 100 km/h.
Para encender el motor hay que presionar un botón en el tablero (Start/Stop), tras un par de segundos el ronroneo del V8 se hace presente, para acoplar la transmisión hay que jugar con la palanca selectora, un golpe de muñeca y el indicador del tablero muestra la D de Drive, otro golpe de muñeca, hacia la izquierda, nos sitúa en el modo manual de la transmisión, y se pueden hacer los cambios con las paletas del volante.
El MDrive Manager del BMW X5 M o mejor dicho, el botón que regala sonrisas, está ubicado en el volante y al accionarlo la puesta a punto se transforma y permite a conductores más experimentados programar una gran cantidad de funciones del BMW X5 M para adaptarlas a sus preferencias individuales. Estas funciones son la Electrónica Digital del Motor (sistema DME) que entrega todo el poder que es capaz de generar el V8 Twin Turbo, el Control Dinámico de Estabilidad (DSC), el Control Electrónico de la Amortiguación (EDC), haciendo más firme la suspensión, la dirección asistida Servotronic se hace más firme y comunicativa.
Así pues, ya con todos los settings en Sport emprendo la marcha, la aceleración es simplemente impresionante, los cambios de velocidad son rápidos y es fácil llegar al limitador de revoluciones si uno no acciona las paletas en el justo momento.
Los autos vecinos en la carretera simplemente le ceden el paso y no porque circuláramos con exceso de velocidad, más bien por el intimidante diseño frontal, agresivo con inmensas tomas de aire en parte baja de la fascia, que le brinda aire fresco al poderoso V8 y refrigeración a los frenos delanteros, además de las grandes tomas el conjunto se completa con la mirada adusta y rabiosa acentuada por la iluminación diurna de BMW denominada "Angel Eyes".
Aunque el X5 M tenga "Mirada de ángel" se puede ir endemoniadamente aprisa y si las condiciones del camino lo permiten las velocidades pueden superar casi imperceptiblemente los 220 km/h.
¿Frenos?
El poder de frenada del X5 M es tan impresionante como su desempeño dinámico, los cuatro discos asistidos por un sistema ABS actúan impecablemente sea en frenadas normales o en situaciones muy extremas ¿se siguen acordando de las 2.5 toneladas de peso? A la hora de frenar, incluso en curva son sensitivamente inexistentes dichas toneladas, gracias a la magia digital y el perfecto balance mecánico que siempre ha caracterizado a los vehículos con el sello M de BMW.
Conclusión
El X5 M es un poco más barato que sus competidores directos, la presencia física del vehículo, sumado a los agresivos toques de deportividad visual y dinámica lo hacen una compra racional (aunque no lo parezca).
Gracias a convivir en diversos ambientes con este impecable producto de BMW, pensé en compararlo con música clásica, la estructura musical de la Obertura 1812 de Piotr Ilich Tchaikovski resulto ideal, dicha pieza relata la resistencia del ejercito ruso sobre la "Grande Armeé" de Napoleón Bonaparte, además de "musicalizar" el principio del ocaso del emperador le transmite al que la escucha mucha emoción, ya que a lo largo de la pieza, el creador de la obra jugó con todos los tiempos, "Lento, Andante y Allegro", el inicio de la obra del compositor ruso son las notas suaves emanadas de violonchelos, así se comporta el X5 M en un manejo de cuidad. El desempeño en carretera del SAV (Sport Activity Vehicle) de BMW es comparable a la mitad de la pieza que transmite al escucha mediante sonidos de instrumentos de metal al los ejércitos ruso y francés, el desempeño de la X5M en una pista es simplemente sublime y comparable con la parte final de la Obertura 1812, en donde se fusionan los cañonazos y campanadas con algunas notas de la Marsellesa (Himno Francés) y Dios salve al Zar (Himno ruso en la época que Tchaikovski compuso la Obertura) ¡Escuchen esa pieza y sabrán de que les estoy hablando!