Antecedentes
Presentado oficialmente en el Salón de Nueva York de 2009, el GMC Terrain es el
producto más reciente en la gama del especialista en camionetas y camiones de General Motors. Dicho sea de paso este modelo es un crossover, por lo que en estricto sentido tiene más semejanza estructural con un auto que con una camioneta tradicional.
El Terrain es también el producto más diferenciado que tiene la firma y es una prueba
fehaciente de que el compartir plataformas no es sinónimo de productos iguales con
diferente emblema. Este GMC a diferencia de sus hermanos de plataforma presume
formas cuadradas, rudas y muy distintas a lo que se puede ver en las calles, donde los
crossovers cada vez lucen más como hatchbacks y menos como SUVs.
Características Técnicas y Mecánicas
Aunque existe una versión cuatro cilindros 2.4 litros, la versión que probamos es V6 de 3.0 litros con doble árbol a la cabeza y bloque de aluminio que entrega 264 hp y 221 lb–pie de torque acoplado a una transmisión automática de seis velocidades con modo manual.
Este nuevo GMC Terrain comparte plataforma con la Chevrolet Equinox de nueva
generación así como con el Cadillac SRX, por lo que podemos
encontrar elementos como: dirección de asistencia eléctrica, suspensión independiente
adelante y atrás, así como una enorme cantidad de equipamiento de seguridad donde
destacan: Seis bolsas de aire, programa electrónico de estabilidad Stabilitrack y control
de tracción entre otros elementos.
Confort
El mayor atractivo del Terrain se encuentra sin duda desde la perspectiva de los
ocupantes, quizá el precio pudiera parecer muy elevado en primera instancia, pero es
hasta que revisamos la gigantesca cantidad de equipamiento de serie que ofrece que
dicha idea cambia drásticamente. El interior está muy bien logrado tanto a nivel visual
como ergonómico, mientas que la calidad de materiales y ensamble son competitivos,
aunque hay sí encontramos algunas superficies mejorables al tacto como los paneles
plásticos de la parte baja del tablero.
La posición de manejo es excelente y gracias a las cuadradas formas del diseño exterior,
así como los espejos laterales de buenas dimensiones, el GMC Terrain casi no presenta puntos ciegos, asimismo todos los mandos se encuentran cerca y se pueden accionar fácilmente.
Los asientos forrados en cuero – el del conductor es de ajuste eléctrico -, sistema de
navegación con pantalla táctil y comandos de voz, interfase de iPod vía USB, bluetooth ofrecen al conductor toda la comodidad y conectividad necesarias, mientras que los
pasajeros traseros podrán disfrutar del sistema de entretenimiento doble e independiente que va montado en los respaldos de los asientos delanteros. Este sistema puede reproducir DVD o mediante la entrada de video, conectar algún videojuego o aparato de reproducción externo. Destaca lo bien logrado de dicho sistema de entretenimiento, que al no estar montado en la cabecera admite pantallas de buen tamaño que se pueden orientar de acuerdo a la altura del pasajero posterior y que por si fuera poco son bastante más seguras, ya que para robárselas tendrían que llevarse el asiento entero.
Por último otro punto destacado es el excelente espacio en la banca trasera, los ocupantes
adultos encontrarán más espacio del necesario para las piernas y mientras no se quiera acomodar a tres adultos de talla media, los trayectos serán bastante cómodos.
Manejo
En cuanto al apartado dinámico, el GMC Terrain es un producto notablemente orientado
al confort, el ajuste de la suspensión es bastante suave y la transmisión efectúa los
cambios de manera casi imperceptible y a bajo régimen de giro lo que adicionalmente
trae como consecuencia un mejor rendimiento de combustible.
El V6 empuja con fuerza suficiente, aunque en ese sentido se queda corto si se le
compara con los motores ofrecidos por el Ford Edge o Nissan Murano, aunque claro
está que esas mecánicas son más grandes. Dicho de otra manera, el Terrain presenta
aceleraciones y recuperaciones decentes, encontrando el mejor rango de entrega de torque una vez alcanzados los 4,500 giros. Es importante señalar que cuando extraemos toda la potencia del motor el consumo aumenta dramáticamente.
Los caminos sinuosos no son los favoritos de la Terrain, ya que la suavidad de
suspensión que otorga plena comodidad en trayectos citadinos o de autopista, juega un
poco en contra, presentando transferencia de pesos. De cualquier manera, el Terrain es
una propuesta bastante honesta en términos de desempeño, buscando siempre ofrecer
comodidad y reducir el consumo en la medida de lo posible, sin prometer aceleraciones
de infarto o una maniobrabilidad digna de un deportivo biplaza.
Conclusión
El GMC Terrain 2011 que compite contra productos como el Ford Edge o Nissan
Murano es una opción interesante dada la frescura de su diseño y extraordinario nivel de
equipamiento.