Si bien este año estará abocado al desarrollo del auto de WRC del equipo Volkswagen, el francés Sébastien Ogier participará en algunas pruebas del Mundial para mantenerse en ritmo. A tal fin, el propio equipo alemán le alistó un Skoda S2000 con el cual corrió los primeras especiales del Rally de Montecalo. Es que en el segundo día tuvo un fuertísimo accidente que lo obligó a abandonar.
La tarea de Ogier venía siendo buena, pese a que corrió con un auto con prestaciones inferiores a un WRC. Sin embargo, un despiste a más de 160 km/h en el tramo Lamastre via Gilhoc-Alboussière lo marginó de la carrera y lo dejó con un susto enorme.
"Fue el mayor accidente de mi campaña. Tuvimos suerte de que no fue peor ", explicó Ogier. Más allá del incidente, el francés se mostró satisfecho con la experiencia: "realmente me sentí bien sobre el coche. Nuestra velocidad era muy buena. Las difíciles condiciones eran perfectas para nosotros, ya que casi se podía seguir el ritmo de la categoría WRC".
Respecto a la mecánica del percance, el navegante Julien Ingrassia afirmó: “Tratamos de cortar una curva y el auto fue lanzado hacia arriba a una velocidad tan alta que Sébastian no pudo controlar. Por suerte los dos salimos ilesos".
"Para empezar estamos muy contentos de que Sébastien y Julien se encuentran en buen estado de salud", dijo Kris Nissen, director de Volkswagen Motorsport. "Obviamente, es una lástima que no puedan llegar a la meta. Especialmente porque venían haciendo un gran trabajo. La velocidad de Ogier era increíble en los primeros tramos. Esto demuestra que contratamos a un piloto con un gran potencial”, culminó.