Carlex Design si que pudo darle rienda suelta a su imaginación para engalanar al Mini Countryman con el sello característico y de ciencia ficción: Steampunk.
Este particular estilo de la época victoriana combina relojes, tuberías y engranajes en el volante y en los asientos de cuero café.
En el interior, el color cobre, lo llevan el panel de control, la palanca de cambios y hacen juego con los relojes y pedales dorados. Mientras que su exterior es de color gris mate y el tono cobrizo lo tiene el techo del auto, las manijas de las puertas y los rines.
El tuner polaco no quiso modificar el motor de éste SUV, aunque valdría la pena poner una "caldera de vapor" para que fuera una réplica exacta del estilo Steampunk y poderlo llamar el Nautilus del siglo XXI.
Carlex Design puede quedarse tranquilo ya que cumplió con lo que quería exponer y fue fiel a lo que se le denomina Steampunk, pero como todo en el arte tuning, para unos éste Mini Countryman habrá sido una obra maestra y para otros, un diseño de mal gusto que le quita distinción al modelo germano.
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