Test drive

Fiat 500C Lounge 2012 a prueba

Para disfrutar el cielo, la luna y las estrellas en un envase compacto.

Fiat 500C Lounge 2012 a prueba

Antecedentes

Si la onda de autos retro hubiera sido un cometa, el FIAT 500 seguramente hubiera sido la cola del mismo, siguiendo una tendencia que empezó hace 15 años y que atrapó a toda la industria. El primero fue el Volkswagen Beetle, seguido de modelos tan disímbolos como los Ford Thunderbird y Mustang, el Chrysler PT Cruiser, el Dodge Challenger y por último el Camaro de Chevrolet.

La marca italiana no se quiso quedar fuera y presentó el nuevo 500 en 2007 y con el paso de los años fue aumentando el abanico de opciones tanto de apariencia como de potencia.

El 500C fue presentado en el Salón de Ginebra del 2009. Es prudente comentar que este vehículo es de los más importantes en el acuerdo comercial entre Fiat y Chrysler, ya que se fabrica en México en la planta de Chrysler en Toluca para surtir la demanda del mercado estadounidense. Inicialmente se producía únicamente en la planta de Tychy en Polonia.

 

Características técnicas y mecánicas

Nuestro vehículo de prueba está dotado de un motor a gasolina de cuatro cilindros denominado MultiAir con una capacidad de 1.4 litros y 16 válvulas que entrega 100 caballos de poder a las 6,000 rpm y una fuerza de torque de 98 lb-pie en un rango de 4,000 rpm. La transmisión es automática tradicional de seis cambios y afortunadamente no equipa la caja Dualogic.

Las medidas del 500C no se alteran en relación al modelo cerrado, es decir mide 3,546 mm de longitud, la altura es de 1,519 mm, el ancho de 1,627 mm y por último la distancia entre ejes de 2,300 mm. El peso es alto, pese a ser un vehículo de cortas dimensiones, la báscula nos informa que la versión de evaluación –con transmisión automática- pesa 1,130 kilos.

Uno de los detalles tecnológicos más importantes del 500C es el propulsor (MultiAir), dotado de un avanzado sistema de admisión de aire a las cámaras de combustión inventado y patentado por el Grupo Fiat. Dicho sistema permite al motor respirar con más facilidad, es un complejo sistema de admisión que conjuga el trabajo del árbol de levas con una gestión electro hidráulica con del cuerpo de aceleración, es decir  ya no hay una “mariposa” que abre gradualmente, ahora es un solenoide que actúa por impulsos electrónicos, dicha tecnología recibió en Europa el premio del Mejor Motor del año en 2010.

 

Confort

La versión Lounge, es la más equipada. Ofrece tapicerías de piel a dos tonos en los asientos, con una agradable combinación de tonos oscuros y claros. El mismo patrón se aprecia en el tablero pero aquí se juega también con el color exterior de la carrocería.

El accionamiento de las ventanillas delanteras es eléctrico y en el volante encontramos muchos controles para el equipo de audio así como el teléfono enlazado vía bluetooth por el sistema denominado Blue & Me y también ofrece conectividad con dispositivos externos de reproducción auxiliares con entrada USB o Auxiliar.

Los acabados son de buena factura, pero aún no están al nivel de su precio, hay controles y botonería a bordo que no nos convencen del todo, además de algunos plásticos que desentonan un poco.

El cuadro de instrumentos es un medidor múltiple al que hay que dedicarle algunos minutos para comprender el interesante funcionamiento. Emulando al 500 de los años cincuenta, el velocímetro es bastante simple – en teoría- ya que dentro del mismo cluster alberga prácticamente todas las funciones y brinda las lecturas que le interesan al conductor. Se trata de una súper imposición de círculos, el más pequeño alberga una pantalla de LCD que nos muestra las medidas típicas de kilometraje, temperatura del refrigerante, nivel de combustible así como es estatus de la transmisión. Circundando la pequeña pantalla está el tacómetro, que marca hasta las ocho mil vueltas en un patrón de fondo negro con numerales blancos, la aguja indicadora es de rojo llamativo y por último el velocímetro es el que completa el cuadro de instrumentos, es la circunferencia más grande con el patrón de colores invertido en relación al instrumento que mide las revoluciones, la aguja avanza en un abanico de un poco más de 180 grados y el velocímetro marca de 0 a 220 km/h

Mediante un botón ubicado en el toldo del 500C podemos abrir y cerrar la lona de este miniauto que no es totalmente convertible, ¿Cómo funciona? El enorme toldo de lona puede abrir solamente la parte superior del techo del vehículo, es decir, los postes A,B y C del vehículo quedan en su lugar. El toldo abre en dos pasos, uno nos permite abrir toda la superficie, quedando el interior bañado de luz y aire fresco, el segundo paso pliega el medallón. El proceso no toma más de 20 segundos y si bien no es un vehículo convertible como a los que estamos acostumbrados, sí nos ofrece la sensación de circular en uno de ellos, es decir, más que convertible el 500C ofrece el toldo de lona corredizo más grande disponible en el mercado, emulando al “Cinquecento” original, ya que el techo corredizo de dicho modelo se abría de la misma forma.

 

Manejo

El estilo del 500C está más enfocado a un auto citadino, la posición de manejo es bastante alta, recordemos que este vehículo está fabricado sobre la plataforma denominada Fiat mini y la comparte con el Panda cuyo diseño está más orientado hacia un pequeño monovolumen.

El manejo es suave y predecible, pese a tener un inmenso techo de lona, corredizo, no hay muchos ruidos estructurales, lo cual es un punto a resaltar ya que la buena calidad de construcción se nota en los malos caminos.

Las aceleraciones y el desempeño no sorprenden, pero tampoco defraudan, el trabajo de la transmisión de accionamiento automático de seis velocidades es constante y los cambios son suaves –nada que ver con la época de la transmisión semiautomática Dualogic que era lenta, errática y brusca.

El manejo puede resultar hasta divertido en zonas sinuosas gracias a la corta distancia entre ejes y al no tener prácticamente nada de voladizos delante y atrás en comportamiento de las suspensión es neutral y muy predecible, con una clara tendencia al subviraje.

Los consumos de combustible del 500C lo colocan en la categoría de los poco sedientos, los números oficiales son 14 Km/l  recorridos en autopista y 17 en cuidad. La velocidad terminal del 500C es cercana a los 180 km/h.

Todos los modelos que portan el motor MultiAir cuentan con un botón “Sport”, al pulsarlo se modifica la gestión de la transmisión permitiendo los cambios a más altas revoluciones, también la respuesta del acelerador se modifica y el 500C se vuelve un poco más alegre en los rangos bajo y medio de la banda de revoluciones.

 

Conclusión

Sin dudarlo es un vehículo con aspiraciones lúdicas y pretende competir en un segmento de vehículos lujosos y básicamente para dos personas. Aunque el 500C es un 2+2, cuenta con todos los implementos de seguridad activa y pasiva, desde los frenos ABS, bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, hasta una bolsa para protección de las rodillas del conductor y control electrónico de estabilidad.

El estilo sin duda es su carta más fuerte, es un vehículo que cumple con lo que promete, mientras las aspiraciones del comprador no estén enfocadas al desempeño.

Fiat 500C Lounge 2012