La fibra de carbono es moneda corriente cuando hablamos de vehículos que buscan piezas de gran resistencia y máxima ligereza. Ejemplo de esto es la gradual sustitución del aluminio por este material, cuyo puntapié en el mundo del automovilismo fue de parte de McLaren, cuando en 1981 John Barnard diseñó el primer chasis de fibra de carbono, montado en el M/P4-1.
Desde el otro lado de la tierra nos llegan noticias de una nueva innovación con este material, los primeros rines realizadas completamente en fibra de carbón. Resultado de una década de investigación, son entre un 40% y un 50% más livianos que las rines de aluminio convencionales.
Según el director de ingeniería de Carbon Revolution, Brett Gass, “Crear una llanta compuesta en una sola pieza de fibra de carbón continuas es particularmente desafiante, dada la complejidad geométrica a la que nos enfrentamos. Hemos desarrollado con éxito un tipo de arquitectura que optimiza las propiedades del entramado de fibras para responder al complejo rango de carga operacional a la que está sometida la pieza”.
La empresa afirma que su nuevo producto cumple con todos los estándares OEM y de los organismos de certificación, incluyendo SAE 2530, el TUV alemán y las normas AK-LH 08.
En un principio, los rines están disponibles sólo para montarse en un Porsche 911, siendo compatibles con el sistema de control de presión y monitoreo de fábrica del vehículo. En los meses venideros, se ampliará el rango de medidas y compatibilidades para abastecer a un mercado ávido de novedades.