Creado para la competencia de diseño “Highway Patrol Vehicle 2025”, el Ener-G-Force pasó del tablero de dibujo a la escala 1:1, sin esconder la pretensión de convertirse en el futuro Clase G de Mercedes-Benz.
Introducido en el mercado civil en el año 1979, pocos son los cambios estéticos que han alterado la fisonomía del Clase G a lo largo del tiempo. Por este motivo, es fácil detectar los rasgos genéticos que adopta este concepto, como los faros hundidos, las luces de giro en un módulo apartado, el cofre prominente y la robustez en el diseño que nos adelanta un vehículo indestructible.
Mas allá del indiscutible impacto visual que genera este concepto, uno de sus puntos más sobresalientes y excéntricos es invisible. Su techo funciona como un compartimiento de almacenamiento de agua, la cual sirve para abastecer a un convertidor que transforma el hidrógeno en energía para los cuatro motores eléctricos montados en las ruedas. Hipotéticamente, esta planta motriz conceptual tendría una autonomía de 800 Km, sin expulsar ni un gramo de material contaminante.
Galería de Mercedes-Benz Ener-G-Force, el futuro Clase GIr a la galería
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