Durante gran parte de 2012 el francés, Romain Grosjean, estuvo en el ojo de la tormenta. Y no es para menos: el piloto del equipo Lotus no se cansó de cometer errores a lo largo de la temporada de la Fórmula 1. Tal vez el más recordado sea el strike que causó en la arrancada del GP de Bélgica, que terminó con su auto pasando a centímetros de la cabeza del español Fernando Alonso (Ferrari). Aunque el galo siempre trató de mantenerse al margen de las polémicas que él mismo protagonizó, es inevitable suponer que se sintió más que apuntando por las críticas de sus rivales y team-managers. Por eso también es posible estimar que su triunfo en la edición 2012 de la Carrera de Campeones, el show automovilístico que reúne a los principales pilotos de diferentes disciplinas, tiene un sabor especial.
La 25ª edición del ROC (por sus siglas en inglés) se disputó en el Bajamangala National Stadium de Bangkok, Tailandia, que por primera vez recibió a la competencia creada en 1988 por Michèle Mouton y Fredrik Johnson en memoria a Henri Toivonen y Sergio Cresto (piloto y navegante de rally que fallecieron tras un accidente sufrido en el Rally de Córcega de 1986, hecho que provocó la prohibición de los Grupo B).
Grosjean, que se ubicó octavo en el último mundial de la Máxima, se quedó con la gloria tras batir en la final al danés Tom Kristensen, ocho veces ganador de las 24 Horas de Le Mans.
Para llegar a la instancia decisiva, el francés batió en cuartos de final al alemán Sebastian Vettel, campeón de la F1 en los tres últimos años; y en semifinales al también germano Michael Schumacher, siete veces monarca de la categoría más importante del mundo.
Kristensen, por su parte, se deshizo sucesivamente del francés Sébastien Ogier, en semifinales; y el británico David Coulthard (semifinales).
Grosjean sucede en el palmarés de la prueba a su compatriota Ogier, actual piloto de Volkswagen en el WRC y que hace un año ganó la carrera en Düsseldorf (Alemania).
“¡Esto es lo que yo llamaría un día de locos!”, dijo Grosjean tras recibir el trofeo. “Se puso un poco difícil en la fase clasificatoria, pero me las arreglé para salir adelante. Y después tuve que ganarles a otros tres grandes pilotos. Es magnífico terminar así la temporada antes de tomarme unas vacaciones”, agregó.
Mientras que la Copa de las Naciones, que se disputó el sábado, quedó por sexto año consecutivo para Alemania de la mano de Schumacher y Vettel, quienes derrotaron en la final a Francia, representada por Grosjean y Ogier.
La 25ª edición del ROC (por sus siglas en inglés) se disputó en el Bajamangala National Stadium de Bangkok, Tailandia, que por primera vez recibió a la competencia creada en 1988 por Michèle Mouton y Fredrik Johnson en memoria a Henri Toivonen y Sergio Cresto (piloto y navegante de rally que fallecieron tras un accidente sufrido en el Rally de Córcega de 1986, hecho que provocó la prohibición de los Grupo B).
Grosjean, que se ubicó octavo en el último mundial de la Máxima, se quedó con la gloria tras batir en la final al danés Tom Kristensen, ocho veces ganador de las 24 Horas de Le Mans.
Para llegar a la instancia decisiva, el francés batió en cuartos de final al alemán Sebastian Vettel, campeón de la F1 en los tres últimos años; y en semifinales al también germano Michael Schumacher, siete veces monarca de la categoría más importante del mundo.
Kristensen, por su parte, se deshizo sucesivamente del francés Sébastien Ogier, en semifinales; y el británico David Coulthard (semifinales).
Grosjean sucede en el palmarés de la prueba a su compatriota Ogier, actual piloto de Volkswagen en el WRC y que hace un año ganó la carrera en Düsseldorf (Alemania).
“¡Esto es lo que yo llamaría un día de locos!”, dijo Grosjean tras recibir el trofeo. “Se puso un poco difícil en la fase clasificatoria, pero me las arreglé para salir adelante. Y después tuve que ganarles a otros tres grandes pilotos. Es magnífico terminar así la temporada antes de tomarme unas vacaciones”, agregó.
Mientras que la Copa de las Naciones, que se disputó el sábado, quedó por sexto año consecutivo para Alemania de la mano de Schumacher y Vettel, quienes derrotaron en la final a Francia, representada por Grosjean y Ogier.