Aunque no muchos lo conocen, la primera generación del MINI GP salió en 2006 como un Kit de personalización. Ahora, en 2013 se presenta como un auto completamente aparte y que será utilizado por la marca como insignia.
Habíamos tenido ya oportunidad de darle una breve vuelta en la presentación del John Cooper Works Countryman, pero ahora que viajamos al lanzamiento del MINI Paceman en Puerto Rico, lo manejamos mucho más y tuvimos oportunidad de sentir mucho más los beneficios de este auto.
Empezando de afuera para adentro, el MINI GP se diferencia por un color de la carrocería exclusivo, gris con algunos detalles en color negro y otros en rojo que sin duda lo hacen lucir más deportivo. Las fascias también son diferentes, al igual que el spoiler en la parte trasera. Éstos son meramente funcionales y fueron desarrollados para mejorar la refrigeración del motor, reducir el coeficiente aerodinámico pero también mantenerlo pegado al piso a mayor velocidad.
Adentro, encontramos más elementos “racing” que decoran el interior como los emblemas de GP en el tablero, los estribos de las puertas y el volante pero sobre todo o que más salta a la vista es la falta de asientos traseros los cuales fueron eliminados para ahorrar peso. En su lugar encontramos una muy estilizada barra que atraviesa el auto de lado a lado que los ingenieros aseguran no aporta rigidez estructural sino simplemente está ahí por reglamentaciones que obligan a tener una protección detrás de los asientos para que lo que se cargue en la cajuela no golpee a los ocupantes. Los materiales utilizados como la alcántara decoran algunas partes del interior y los asientos te mantienen bien sujeto. Un detalle que nos agradó mucho es el de los cinturones en color rojo, muy deportivos y al estilo del auto.
Ahora sí, la parte mecánica. Cuando empezaron a desarrollar este auto, se les dijo a los ingenieros que crearan el MINI más veloz que pudieran. Fue entonces que los ingenieros en lugar de concentrarse en dotar de más poder el motor de 1.6L turbo Twin-Scroll (tiene un aumento de sólo 3 Hp más respecto al MINI JCW normal), se dieron a la tarea de llevar los 211 Hp al suelo. El trabajo principal entonces fue la suspensión, la cual fue reducida en altura y reafirmada y cuenta con coilovers completamente ajustables), los frenos (de seis pistones y discos de 13 pulgadas adelante), los rines y llantas (rines más ligeros de 17 pulgadas de diseño exclusivo y llantas semi-slicks con mayor adherencia, menor “treadwear” y sin ser RunFlat).
¿El resultado de todo esto? El MINI más rápido hasta ahora con 5.9seg para llegar a 100 Km/h (0-60 mph) y una velocidad máxima de 242 Km/h (150 mph). Pero sin duda lo más impresionante es el manejo y cómo entrega su poder al piso para salir rápidamente de una curva hacia otra.
La dirección –eléctricamente asistida-, apunta el auto al instante en el que se empieza a girar el volante y con una precisión prácticamente quirúrgica. La suspensión aunque es evidentemente más dura, nos sorprendió por su comodidad (en parte gracias a las llantas que no son RunFlat) pero también por mantener el auto en forma bajo cualquier situación, ya sea en pavimento de calidad impecable –poco en Puerto Rico- y en mal estado.
Después está el motor que si bien no decepciona en ningún producto de la marca, se siente mucho más en armonía con la carrocería, suspensión y dirección del GP. No existe el conocido “torque steer” y el retardo del turbo se percibe menos gracias al menor peso.
Todo está muy bien al acelerar, curvear etc. pero ¡también los frenos son impresionantes! Si pisas fuertemente el pedal de en medio, la desaceleración es sumamente brutal, nada como lo esperábamos y de hecho nunca llegamos al límite de los mismos –siempre terminábamos frenando de más antes de una curva- en los estrechos caminos de la isla de Puerto Rico.
Por si fuera poco, la primera generación del MINI GP tiene uno de los índices de depreciación más bajos de la historia, manteniendo hasta hoy en día el 80% de su valor inicial, algo que la marca espera que suceda de nuevo con éste nuevo, todo un “collectors ítem”. El problema es que sólo se fabricarán 2,000 unidades a nivel mundial y habrá que ver cuántos llegan a Estados Unidos.
Sin duda es un gran auto-juguete, el mejor MINI de la historia definitivamente y uno de los autos más divertidos que nos ha tocado probar hasta ahora.