El Toyota Prius se convirtió en una joya para la casa nipona, luego de que en 1997 superará la incertidumbre en el mercado, sobre si los autos híbridos podían eran viables. Tres generaciones después, este auto se da el lujo de pasar la barrera de los tres millones de autos vendidos en todo el mundo y de seguir con ese paso no dudamos que pueda llegar a la cumbre reservada para poquísimos modelos emblemáticos de la marca como el Land Cruiser o el Corolla.
¿Cómo pudo llegar tan alto? La respuesta es simple: Toyota invirtió años y toneladas de dinero en la investigación y aplicación de tecnologías que hicieran del Prius, un vehículo que tuviera un porcentaje muy bajo de emisiones de CO2,-de 114g/Km llegó a 89g/Km-. Eso, sin olvidar que quizá su mayor aportación consista en que se ha convertido en la punta de lanza para crear la reputación de Toyota como fabricante preocupado por reducir emisiones y consumo. Es decir, no se trata solo de una propuesta tecnológica amigable con el medio ambiente, sino también una jugada maestra de mercadotecnia.
Ahora el gran reto para diseñadores e ingenieros del Toyota Prius será construir un motor todavía más eficiente para las futuras iteraciones del modelo, y desde ya, se asegura que la marca efectuará una inversión cercana a los 8 mil millones de dólares.