Antecedentes
Uno de los autos más importantes de la marca de la estrella de las tres puntas es el Clase E, su sedán mediano de lujo; el cual compite contra autos como el Audi A6, BMW Serie 5, Infiniti M, Jaguar XF, etc. en un segmento donde la tecnología, diseño y calidad son puntos clave para ganar más clientes.
La actual generación del Clase E se presentó en 2009 para recibir en 2013 una actualización estética en el exterior, interior y de tecnología. Con esto, ganó un parecido estético con el recién renovado Clase S –buque insignia de la marca- con los cambios más radicales en el frente y en las salpicaderas traseras. En el mismo Autoshow de Detroit de 2013, vimos también la versión tope del Clase E, el E 63 AMG, justamente el auto que nos atañe en esta ocasión.
La preparación realizada por AMG va más allá de lo estético, pues además de tener un look más agresivo y deportivo, cuenta con un motor, puesta a punto y equipamiento diferente al Clase E normal que lo convierten en un animal completamente distinto como veremos en las siguientes líneas.
Características técnicas y mecánicas
La versión tope que no recibe en tratamiento realizado por la submarca AMG del Clase E es el E500 CGI Biturbo que equipa el motor más grande de la gama normal. Éste es un V8 biturbo de 4.6L con 408 Hp y 442 Lb-pie de torque. AMG entonces utilizó este motor como base pero lo alteró tanto que parece otro completamente nuevo pues aumentó la cilindrada del mismo hasta los 5.5L, elevando la potencia hasta los 557 Hp (¡+149 caballos!) y el torque hasta las 531 Lb-pie (+89 lb-pie). Éste propulsor es armado por un especialista de AMG el cual pone su firma en una placa sobre el motor para indicar que fue su trabajo armarlo y que de tener cualquier problema mecánico, él tendrá que responder por el mismo.
La transmisión es la denominada 7G TRONIC –automática de siete velocidades- la cual fue desarrollada por el mismo AMG para toda la gama de Mercedes-Benz pero que en el caso del E 63, recibe un tratamiento diferente para explotar de mejor manera la potencia del motor y responder todavía más rápidamente. Los cambios son tan exhaustivos que ahora es llamada AMG SPEEDSHIFT PLUS 7G-TRONIC.
Cuando el Mercedes-Benz E63 AMG 2014 se presentó en el Salón de Detroit hace poco más de un año, se anunció una versión del mismo con tracción integral pero para nuestro país únicamente vendrá la de tracción sencilla, en el eje posterior como es tradición en la marca.
Los frenos son más grandes y potentes, la suspensión es regulable en firmeza y altura –se nivela automáticamente cuando ponemos algo pesado en la cajuela por ejemplo, y la dirección es también preparada por AMG para responder mejor.
A nuestra sorpresa, la altura respecto al modelo normal no cambia, pero el tanque de combustible sí es más pequeño en pos de ahorrar peso en donde sea posible (de 89L a 80L).
Gracias a todos estos cambios, el E63 AMG logra un tiempo de aceleración de 0 a 60 mph de 4.2seg (0.7seg más rápido que el E500) y una velocidad máxima de 155 mph pues está limitado electrónicamente –de no ser así podríamos apostar que fácilmente llegaría a los 186 mph.
Confort
En el interior las diferencias respecto al Clase E normal se reducen a equipamiento, volante, insertos de fibra de carbón y emblemas decorativos AMG en los asientos, la palanca de cambios, el clúster de instrumentos y los estribos de las puertas. Eso sí, la calidad no deja de tener esa impresionante atención al detalle en materiales y ensamble prácticamente perfecto de todos los productos actuales de Mercedes.
Fuera de estas diferencias superficiales, encontramos la consola central con los botones para modificar la firmeza de la suspensión, agilidad del acelerador y la transmisión o los excelentes asientos delanteros de ajuste eléctrico con modo de masaje en la espalda y la función que endurece los costados para evitar que te muevas con las fuerzas G laterales al tomar una curva.
Por ser el tope de gama (de toda la gama) del Clase E, encontramos absolutamente todos los “juguetes” que se puedan imaginar empezando por el sistema de navegación GPS con búsqueda de puntos de interés, el control de crucero activo, el sistema de alerta de abandono de carril, la alerta de alcance con detección de peatones y animales (manda una alerta sonora al conductor cuando detecta un auto que viaja más lento enfrente o está completamente detenido y puede frenar por completo el auto si no se presiona el freno), la cámara de reversa que se complementa del sistema de visión 360° con más cámaras al costado y al frente; luces y limpiadores automáticos, asientos calefactables, sistema de audio con bocinas harman/kardon, acceso y encendido por llave de presencia, etc.
Además, no olvidemos que se trata de un sedán mediano, entonces el Mercedes-Benz E63 AMG cuenta con muy buen espacio en todas las plazas, ventanas grandes, asientos sumamente cómodos y una cajuela como para cargar el equipaje de cinco personas sin problema (540L de capacidad), convirtiéndolo en un auto realmente práctico.
Manejo
Desde el momento en el que te sientas detrás del volante y presionas el botón de encendido te das cuenta que no se trata de un Mercedes “normal”, un rugido grave se deja escuchar cuando el V8 Biturbo de 5.5L arranca. Lo curioso es que si no presionas el acelerador fuertemente, hasta ahí es donde llegan las pistas que lo pueden delatar como un AMG.
La suspensión es suave y confortable, la marcha silenciosa, los cambios los realiza de una manera casi imperceptible y de hecho en la mayoría de las situaciones, el auto arranca en 2° velocidad (¡Gracias al inmenso torque del motor claro!), como si fuera un sedán de lujo normal.
Todo cambia si se presiona el acelerador en una recta y de hecho es difícil acostumbrarse a cómo rompe la tranquilidad con la que venías y la sustituye por una serie de emociones y descarga de adrenalina. El auto simplemente sale disparado y tu espalda se pega al asiento con furia. Lo mejor de todo es que la primera vez que lo hicimos estábamos en modo Confort (que relaja la suspensión dirección y respuesta del acelerador y la transmisión) pero todavía tiene otros dos modos más agresivos: Sport y Sport+ donde la aceleración y cambios son todavía más rápidos –incluso se nota cuando el control de tracción tiene que intervenir para impedir que se desperdicie energía al patinar las llantas en el pavimento (haciéndolo más seguro también) en muchas situaciones.
Después de varios acelerones a los que no estábamos preparados (realmente nos dejó impactados), tuvimos que probar los frenos firmados por AMG que afortunadamente son suficientes para mitigar la exuberante aceleración y más adelante, la suspensión que nos mantuvo pegados al piso cuando llegamos a una curva.
Existen, además de los modos de conducción Confort, Sport y Sport+, dos pasos de firmeza de la suspensión que son independientes, de esta forma puedes poner el auto completamente a tu gusto (con la suspensión suave pero el motor y caja en modo sport o viceversa) y almacenar tu preferencia dejando presionado el botón AMG en la consola central de tal forma que cuando quieras poner el auto con tu combinación preferida, sólo tendrás que oprimir el botón con las letras AMG y no uno por uno.
Comparándolo contra su rival acérrimo, el BMW M5, podemos decir que tiene unos puntos a favor y otros en contra pues mientras el bávaro es notablemente más rápido y preciso, el AMG tiene una dualidad más marcada, siendo más cómodo de manejar en ciudad y situaciones de manejo diario pero sin sacrificar la locura y adrenalina que puede desatar un sedán deportivo.
Hablamos de esta dualidad porque por un lado tienes un sedán cómodo, amplio, que te da masaje en la espalda cuando estás en el tráfico y que no pega en la mayoría de los topes mientras que por el otro tienes un auto completamente deportivo, con una respuesta inmediata de aceleración, dirección, agarre espectacular y ¡ah cómo olvidarlo!, un sonido realmente adictivo cada que presionas el pedal derecho. El M5 cumple bien con la parte deportiva pero en muchas situaciones resulta cansado de manejar siendo tan duro.
Conclusión
Como podrás haber notado, el Mercedes-Benz E 63 AMG 2014 nos gustó y mucho. Inclusive convirtió a cierto editor de la página que se mostraba cerrado a los M de BMW y quien terminó gustándole mucho también. Creemos que para un uso más especializado como track days o salidas a carretera cortas, el M puede ser un poco más adecuado, pero para alguien que busca todo en un mismo auto, el E63 AMG es una excelente opción.
Eso sí, nos hubiera gustado que la vista trasera fuera más atractiva y abandonara las calaveras de Mitsubishi Galant con el rediseño, pero podemos vivir con como está ahora.
Si esta versión nos gustó al punto de dudar en regresar el auto o no a Mercedes-Benz y fugarnos, ¡no podemos imaginar lo que la versión E63 AMG S con 577 caballos y 580 Lb-pie puede hacer!
Mercedes-Benz E63 AMG a prueba