Antecedentes
Hyundai Group que conjuga las marcas Hyundai y KIA es uno de los fabricantes de autos más sólidos y fuertes del globo, en 2013 fueron de hecho el quinto más grande al comercializar la friolera de 7.5 millones de unidades. Quedando por debajo de titanes como Toyota, GM, VW Group y Renault – Nissan, pero por encima de otros igual de prestigiados y conocidos como Ford y FIAT – Chrysler.
El Elantra se encuentra ya en su quinta generación, aunque vale la pena mencionar que es hasta esta última iteración en que se ha logrado posicionarse como un competidor muy serio de grandes jugadores como el Civic, Corolla o Focus. Tan solo el año pasado se desplazaron 866 mil unidades de este auto a nivel global. Su debut para el continente americano se dio en el Salón de Los Ángeles de 2011 y unos meses más tarde se hizo del reconocimiento del North American Car of The Year 2012 derrotando al Ford Focus de actual generación y al Volkswagen Passat.
Características técnicas y mecánicas
En el apartado mecánico, el Elantra llega con una oferta muy similar a la del resto de los sedanes japoneses del segmento (quitando al Mazda3). Bajo el cofre habita un cuatro cilindros de 1.8 litros que entrega 145 hp y 130 lb-pie de torque que se acopla a una transmisión automática de seis velocidades con modo manual que el fabricante denomina como Shiftronic.
Uno de los argumentos más sólidos del Elantra es el equipamiento de seguridad que está disponible en todas las versiones: Seis bolsas de aire, ABS, Control de Estabilidad VSC, Control de Tracción y Asistente de Arranque en Pendientes. Las versiones tope de gama suman algunos otros juguetes como la cámara de reversa.
Confort
La versión probada fue la Limited Tech y por lo tanto la más equipada, además de amenidades como cristales eléctricos, quemacocos o asientos forrados en cuero. Tenemos elementos como sistema de acceso y arranque mediante llave inteligente, pantalla táctil de 4.3 pulgadas (hay Smartphones con displays más grandes), climatizador automático dual, interfaz Bluetooth, sistema de audio de seis bocinas con puerto USB y regulaciones eléctricas de ocho posiciones para el asiento del conductor.
Los materiales y ensamble son de buena calidad, se aprecia un habitáculo sin rechinidos y que filtra bien los ruidos del exterior.
Si bien es cierto, el diseño exterior del Elantra es espectacular, tiene un pero, y es que la línea de caída del poste C es tan tendida (para lograr ese efecto de Coupé de cuatro puertas) que los pasajeros en la banca posterior tienen que agacharse demasiado para ingresar al vehículo sin golpear con la cabeza en el marco de la puerta. Ya en el interior el espacio es razonable para dos adultos de talla media, aunque si se siente un poco cerca de la cabeza el toldo, nuevamente esto es debido a la caída de la línea que forma el poste C.
Manejo
Tras el volante, el Elantra ha resultado un poco inconsistente con lo que vemos en el exterior. Si bien es cierto se trata de un auto que luce muy atractivo y dinámico, el manejo no transmite lo mismo. Y con lo anterior no me refiero a la respuesta del motor, la realidad es que en ese apartado al expectativa no podría ser demasiado alta, al final del día es un motor pequeño de 1.8 litros cuya orientación es netamente hacia la economía de combustible.
Al hablar de las sensaciones tras el volante que resultan inconsistentes con el diseño me refiero al ajuste que presentan dirección y suspensión. Y es que la dirección de asistencia eléctrica retroalimenta poco, aun cuando incorpora una función denominada “Flex Steer” que cuenta con tres modos de funcionamiento, Normal y Eco (en donde la diferencia es prácticamente imperceptible) y un último denominado Sport en donde si se endurece significativamente, pero no se deja de sentir un tanto artificial. La suspensión por su lado tiene un setting orientado al confort y por lo tanto es suave, esta situación nos entrega un vehículo suave y cómodo, aunque si tratamos de llevarlo más al límite presenta mucho balanceo de carrocería.
Para concluir este tema de la diferencia entre como se ve y como se maneja el Elantra, la cosa en palabras simples es así. Se maneja como cabría esperar para un sedán compacto familiar, no hay sorpresas, sin embargo el diseño es tan atractivo y dinámico que a la vista parecería que las pretensiones son más deportivas.
El binomio motor transmisión trabaja muy bien, como había mencionado con anterioridad la respuesta no es para espantar a nadie, sin embargo el Elantra tiene potencia suficiente para moverse adecuadamente por ciudades y rodar a buenos ritmos en carretera. Mención aparte merece la transmisión automática de seis velocidades, cuyo funcionamiento es suave y rápido, siempre encuentra la marcha adecuada para entregar buena relación entre eficiencia y potencia. En definitiva esta caja le ayuda al sedán coreano a lograr un refinamiento que sus símiles japoneses como el Civic con su automática de cinco velocidades, Corolla con una de cuatro o Sentra con CVT no pueden entregar. En ese sentido el Mazda3 sería el único que ofrece una caja tan buena (incluso mejor) solamente que en ese caso se acopla a mecánicas más grandes, de 2.0 y 2.5 litros.
Cuando tuve cuidado con el pedal de acelerador, el Hyundai Elantra me entregó rendimientos en ciudad en el orden de los 10.8 -11 km/l, aunque ello obliga a efectuar arranques al salir de semáforos o topes a bajo régimen (es decir muy despacio). Como sea el consumo es bastante contenido.
Conclusión
Pese a ser un fresco competidor en el segmento de los sedanes compactos en nuestro país, el Hyundai Elantra 2015 ya tiene un buen rato en el mercado, razón por la que no ofrece un display táctil de mayores dimensiones o un sistema de navegación. Sin embargo está muy bien configurado con el objetivo de ofrecer mucho valor.
Los competidores frontales del Elantra son los sedanes japoneses: Civic, Corolla y Sentra, aunque también hay otros jugadores importantes en el segmento como: Mazda3, Jetta, Focus o Dart en contra de los cuales queda en desventaja en términos de motorización, aunque no necesariamente en cuanto a equipamiento o rendimientos.