Hace poco te anunciamos el lanzamiento de un vehículo muy particular, que compartía algunos elementos con la más reciente generación de la pick up Ranger de Ford. A muchos lectores les llamó la atención, razón por la cual decidimos ponernos en contacto con nuestros socios de Motor Dream en Brasil y en plena efervescencia mundialista, manejar al nuevo chico malo de la firma óvalo en el off-road.
Troller es una marca que desde 1997 se dedica a la fabricación de vehículos 4x4, la cual, luego de una década de existencia, fué adquirida por Ford, quien decidió reinventarla. Y eso implica una nueva generación del único producto de esta marca, el Troller T4, como así también la renovación de la fábrica en Horizonte, que duplicó su capacidad de producción para lograr cerca de 300 vehículos por mes. En realidad, una cosa tiene que ver con la otra, ya que los estudios de mercado que realizó Ford indicaron que si bien este nuevo modelo es un 15% más caro que la generación anterior, las ventas se pueden llegar a duplicar.
Una de las razones para este optimismo, es que en el mercado brasileño no hay un rival con características semejantes. Los más cercanos serían los importados Land Rover Defender o el Jeep Wrangler, que cuestan bastante más dinero. Por este motivo, el Troller T4 acapara actualmente el 80% del segmento. Otro de los factores por los que Ford augura buenas ventas es por la cantidad de fans que tiene este modelo en Facebook: El T4 se comercializa en Brasil desde 1999 y ha cosechado más de 140,000 seguidores, una cifra que desde Ford Brasil esperan que se traduzca en ventas.
Para no espantar a los puristas del modelo, Troller creó vínculos estéticos entre esta generación y las anteriores, (aunque mecánicamente quedó poco, ya que 1,700 de las 2,000 piezas que componen el vehículo son nuevas) con sus ópticas redondas y la parrilla con grandes aberturas, que se une a la parte central del paragolpes formando una enorme “T”. Atrás, las calaveras cuadradas conservan el estilo clásico y las salpicaderas prominentes también se mantuvieron.
Mecánicamente, el nuevo T4 toma varios elementos de la pick-up Ranger, comenzando por el motor, que es el mismo 3.2 L turbodiésel de cinco cilindros y 20 válvulas, que entrega 200 hp y está acoplado a una transmisión de 6 velocidades, llevando la tracción a las 4 ruedas mediante dos diferenciales, siendo el trasero de derrape limitado.
La inclusión de una planta motriz potente en un vehículo que apenas sobrepasa los 2,100 Kg. evidencia la preocupación de Ford por preservar las reconocidas capacidades off-road del T4, así como también la estructura body on frame (especialmente desarrollado para este modelo) cuya distancia entre ejes pasó de los 2.41 a los 2.59 metros. El 4x4 mantiene la configuración con dos puertas y cuatro plazas (en realidad es prácticamente un 2+2) y posee una modificación en el voladizo trasero, el cual sufrió un recorte en la parte inferior que ahora le permite un ángulo de salida de 50 º contra los 36º de la generación anterior. Por otro lado, el nuevo Troller T4 posee una capacidad de vadeo de 80 cm y soporta un ángulo de inclinación lateral de hasta 40º.
La construcción de la carrocería también fue revisada, ya que ahora su estructura de fibra de vidrio y acero es moldeada en una prensa, cuando antes tomaba su forma manualmente. Esta nueva técnica aumenta la capacidad productiva de la fábrica y le dá un mejor acabado; de hecho, Ford tiene la intención de que el Troller pase de ser un vehículo completamente particular a que comparta ciertos aspectos con otros vehículos de la marca.
Ahora que ya sabes de qué se trata el Troller T4, pasemos a las primeras impresiones de manejo:
Definitivamente el Troller T4 no puede ser el único vehículo que posea una familia, acceder a los asientos delanteros exige algo de esfuerzo, mientras que acceder a las plazas traseras directamente demanda la flexibilidad de un contorsionista. La suspensión aguanta los embates del terreno, pero no filtra absolutamente nada; si bien Ford aumentó la cantidad de espuma en los asientos, esto no ha sido de gran ayuda. Encontrar una posición confortable para manejar el vehículo es complicado, ya que el volante es regulable sólo en altura y los ajustes del asiento están incompletos. En este caso, es el conductor el que debe adaptarse al vehículo y no al revés.
El comportamiento dinámico no inspira la menor confianza, ya que dá la sensación de que el T4 se va a voltear en la primera curva. En fin, Ford hizo de todo para seducir a los consumidores potenciales de un vehículo como el T4, que generalmente consideran al refinamiento como un símbolo de debilidad.
Eso sí, lo que no le falta al nuevo T4 es potencia. El motor de 200 hp no requiere el menor esfuerzo para mover la masa de 2,100 Kg, tanto sea cuesta arriba o frenando al vehículo cuando se suelta el acelerador en una bajada. Los neumáticos 255/65 R17 sobrepasan baches y montículos sin dificultades, y la suspensión de largo recorrido facilita el contacto con el suelo en topografías muy accidentadas.
A pesar de que es un vehículo absolutamente bruto, en esta nueva generación del Troller se nota un pequeño pero significativo aporte de Ford: en la anterior generación, para acoplar la tracción 4x4 el conductor tenía que detener el vehículo, bajar y trabar el eje delantero mediante el conocido “cubo mágico”. Ahora, el acoplamiento es eléctrico y se realiza desde la cabina, mientras que el ABS no interfiere con la rueda que gira en falso ni se bloquea el diferencial.
Hay que reconocer que existen elementos de confort a bordo, como aire acondicionado, dirección hidráulica, estéreo con Bluetooth, etc. que al fin y al cabo, es en la mayoría de los casos lo mínimo indispensable. En esta generación sale de escena el clásico techo rígido, (que podía ser desmontado y guardado) para darle lugar a un nuevo doble techo solar. El espacio interno, incluso con el aumento de 18 cm en la distancia entre ejes, mejoró muy poco. En las plazas traseras dos adultos viajarán con algo de molestia, pero aun así el T4 ofrece cinturones de seguridad para tres pasajeros en la parte de atrás.