Antecedentes
El nombre Malibu hoy es referente de un vehículo mediano y servicial, pero no siempre fue así, se han construido siete generaciones y el concepto nació en 1964 cuando algún ejecutivo de GM decidió adicionar el apellido Malibu en las versiones tope del Chevelle. Así los clientes podían diferenciarlo de las versiones básicas. En 1978 nace el primer Chevrolet Malibu (ya sin el Chevelle como nombre de pila).
La octava generación, que es la que hoy nos ocupa, se presentó en el 2013 y la versión LTZ, el tope de gama, tiene uno de los elementos que más hay que resaltar, la motorización del mismo que es un 2.0l Turbocargado, ya no hay una opción V6 como en las generaciones anteriores.
Características Técnicas y Mecánicas
Como lo comentamos en un inicio, la opción LTZ ( Luxury Top grade with Zig, algo así como Lujo y buen gusto en alto grado) porta un motor de cuatro cilindros turbocargado, se trata de un dos litros de inyección directa (SIDI) y válvulas de admisión variable (VVT) que entrega 259 caballos de poder en el rango de las 5,300 rpm y que genera una fuerza de torque de 295 Lb-pie a un régimen de giro de 3,000 rpm. Porta una transmisión automática de seis velocidades que envía la fuerza de tracción al eje delantero.
Las medidas del modelo 2014 son generosas ya que la longitud total es de 4,859 mm, la distancia entre ejes es de 2,738 mm (lo que permite un habitáculo espacioso) y por último las dimensiones de alto y ancho con 1,463 mm y 1.854 mm respectivamente. Las medidas de la cajuela también son generosas con 462 dm3 y por último el peso total de 1,649 kg.
Como un buen vehículo tope de gama ofrece todas las asistencias disponibles -que en algunos países ya son obligatorias- como los frenos ABS, control de estabilidad, sensor de punto ciego y diez bolsas de aire.
Diseño
Las formas del Malibu son obra de Justin Thompson y está construido por la plataforma Epsilon II. La parte frontal es dominada por tres elementos: la inmensa parrilla dividida con el “corbatín” de Chevrolet y flanqueada por dos caprichosas cápsulas de policarbonato que alojan toda la óptica frontal que se compone por los faros principales de Xenón (HID) además de las luces de posición y los cuartos, más abajo se alojan las luces de niebla. Un detalle que nos parece excesivo es la cantidad de cromo que hay en el frente del Malibu LTZ, ya que casi en todos los contornos hay detalles cromados. Los costados, a diferencia del frent,e carecen casi en su totalidad de cromo salvo unas aplicaciones del mismo en las manijas de las puertas, además de una discreta moldura que abarca todo el perímetro de las ventanillas. La parte trasera también ofrece una fuerte carga genética, ya que la óptica posterior nos remite inmediatamente al Camaro. El diseño se ve rematado por unos inmensos rines de aleación de aluminio de 19 pulgadas, que calzan llantas P2450 y de bajísimo perfil 40 ¡Cuidado con los hoyos!
Confort
En este apartado los estilistas de GM se pusieron a trabajar, ya que en la generación anterior del Malibu los interiores con demasiada madera de imitación lo hacían ver anticuado. En el modelo 2014 la “maderita” de mentiras desapareció para darle paso a otro tipo de materiales y si bien aun hay una buena porción de la consola revestida con dicha “maderita” falsa, el color antracita luce más acogedor.
Otro detalle reminiscente al Camaro lo encontramos en los instrumentos, ya que los diales son prácticamente iguales al los del Muscle Car.
Hablando del sistema de infoentretenimiento el Malibu se cocina aparte, ya que ofrece dos dispositivos distintos que tendrán siempre informado y de paso entretenido al conductor del vehículo. Uno es el sistema OnStar, del cual provee al solicitante, informaciones y asistencias sobre el vehículo, descomposturas o situaciones de emergencia. El otro sistema con el que la versión LTZ cuenta es con el Chevrolet MyLynk, con el cual el cual se pueden acceder a varios modos de conectividad, sea de teléfonos inteligentes via inalámbrica Bluetooth, entradas USB, y aux o Bluetooth audio en donde de forma inalámbrica se pueden escuchar los archivos de música almacenados en un teléfono inteligente, sea Android, iOs o Blackberry. La forma de acceder a dichos archivos es mediante la manipulación de los comandos en la pantalla táctil de 7" localizada en el centro del tablero. Un detalle interesante, es que el sistema MyLink ofrece la posibilidad de escuchar radio por internet, pues es compatible con la aplicación Stitcher que el usuario debe “bajar” en su teléfono inteligente. Para acceder vía web a la librería de música, deberá hacerlo con su plan de datos contratado, digamos el sistema MyLink actúa únicamente como intermediario. Cerrando el sistema de audio les compartimos que la versión ofrece nueve bocinas Pionner.
Manejo
Lo primero que uno podría pensar antes de conducir un vehículo de estas dimensiones y peso, dotado de un motor de cuatro cilindros y dos litros, sería: ¡Va a ser muy lento! Así empezó nuestra prueba de manejo, con la idea de que el vehículo tendría desempeños rayando en la mediocridad -pensamos.
El desempeño del motor de 259 Hp y las casi 300 Lb-pie de torque nos convencieron de que nuestra apreciación era incorrecta desde el primer acelerón. El desempeño es más que cumplidor y en algunas situaciones la constante aceleración es muy divertida, pues con el Malibu se pueden acometer subidas prolongadas a más de tres mil metros sobre el nivel del mar, con promedios ágiles al nivel de autos alemanes de un centenar de caballos más. La dirección es eléctrica y aunque ofrece la asistencia de dureza al incrementar la velocidad, el tacto es artificial sin llegar a demeritar el desempeño. La suspensión en ambos ejes filtra muy bien las imperfecciones de la superficie por la que se transita y la ancha pisada de la llanta, aunada al bajo perfil de las mismas hace que las curvas se puedan enfrentar con gran velocidad, con la salvedad de que como buen sedán familiar estadounidense hay una tendencia al subviraje muy notoria, evidentemente no es un vehículo con pretensiones deportivas.
La comunicación que recibe el conductor es buena y los promedios pueden ser altos, aunque en un rango elevado de giro del motor el consumo será importante, pues no olvidemos que es turbo y los turbos manejados con el pie derecho muy pesado suelen ser muy sedientos.