Antecedentes
Para entender bien el por qué de un nuevo SUV de Porsche, es necesario remontarnos al año 2002 cuando la firma teutona introdujo al mercado su primer SUV, el Cayenne. Se trataba de un desarrollo compartido con Volkswagen (Touareg) y Audi (Q7) y entre otras particularidades, significaba el regreso de un V8 a la gama de la marca desde 1995.
Las primeras reacciones fueron en el mejor de los casos escepticismo y es que los fanáticos de la marca no podían creer una marca de autos deportivos tan prestigiada como Porsche fabricara un vehículo familiar, que en teoría se contraponía con la filosofía de la marca. Pronto hasta los detractores tuvieron que aceptar que el Cayenne era un vehículo digno de llevar el emblema de Porsche, gracias a su desempeño deportivo prácticamente intachable. La segunda generación que llegó en 2010 mejoró y refinó la fórmula y es en este 2014 que la Cayenne recibe un facelift que está por llegar al mercado y que la dota de motorizaciones más modernas y eficientes, así como las tecnologías más modernas disponibles en el mercado. Por si fuera poco, lo anterior ha venido acompañado desde el primer día de un éxito comercial inusitado.
Pero volvamos al vehículo que nos ocupa en esta ocasión, se trata del baby SUV de la marca denominado como Macan a partir del vocablo indonesio que significa tigre. Este nuevo exponente que a diferencia de su hermano mayor no tiene absolutamente nada que probar, está desarrollado a partir de la plataforma del consorcio que hoy emplea el Q5, aunque se han hecho numerosas y profundas modificaciones para obtener el performance que se espera de un producto Porsche.
El Macan es también ya un éxito de proporciones tales que ha rebasado los pronósticos más optimistas que tenía la marca, tanto así que aun cuando se definió una producción anual de 50,000 unidades, las listas de espera alcanzan ya un par de meses en casi todos los mercados. Aunque también nos inclinamos a creer que el fabricante está jugando con ese aspecto de exclusividad que la escases le otorga a un producto.
Características técnicas y mecánicas
Todas las opciones de motor disponibles son de seis cilindros (habrá un 4 cilindros que no llegará a nuestro mercado), en este caso se trata de un V6 biturbo de 3.0 litros que eroga 340 hp y 339 lb-pie de torque que son enviados a las cuatro esquinas vía una transmisión de doble clutch y siete velocidades denominada por la firma como PDK, que dicho sea de paso es una de las mejores transmisiones del mercado, quizá la mejor.
El sistema de tracción integral PTM (Porsche Traction Management) tiene la capacidad de enviar hasta el 100% del torque al eje que lo requiera.
La dirección es de asistencia eléctrica y aunque hay que reconocer que aun no retroalimenta tan bien como lo hacía una hidráulica de Porsche, pero se acerca bastante.
El peso es de 1,940 kilos, no es nada ligera y aun así es capaz de acelerar de 0 – 100 km/h en 5.4 segundos (5.2 cuando equipa el paquete Sport Chrono que es opcional).
Evidentemente por lo que hace a seguridad tenemos todo lo necesario; bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, anclajes ISOFIX, ABS, Controles de tracción y de Estabilidad. Asimismo algunos elementos como al suspensión activa PASM es opcional en Macan S, aunque en la Turbo es de serie.
Diseño
El Macan es un vehículo de aspecto imponente, no queda duda sin importar en el ángulo en que se le mire que es un Porsche. Las proporciones están muy bien logradas y pese a ser un vehículo elevado en ocasiones parece más un hatchback o incluso un coupé.
Lo anterior se debe a dos aspectos principalmente, por un lado la manera en que está resuelto el pilar D que es muy inclinado, lo que si bien es cierto sacrifica habitabilidad y espacio de carga, a cambio entrega una apariencia muy atlética y el segundo consiste en la apariencia musculosa de las salpicaderas, así como los inmensos rines de 21 pulgadas (opcionales).
Mención aparte merece el cofre de aluminio que es una gran pieza que también hace la función de las salpicaderas frontales, que además de lucir tan atractiva que se podría colgar en la pared de la sala de casa, cuenta con una estructura interna diseñada específicamente para garantizar el mayor flujo de aire a los intercoolers. En la parte posterior encontramos unas calaveras de LEDs inspiradas en las empleadas por el 918 Spyder, que sobra decir que se ven muy bien, mucho mejor que las del Cayenne de hecho.
Confort
En el interior encontramos una consola central, cluster de instrumentos y tablero prácticamente iguales a los que ya conocemos en el resto de la gama.
La consola central con dos hileras de botones que flanquean a la palanca de cambios y en las que podemos encontrar los controles del sistema de escape, suspensión y muchas cosas más (depende también de cuantos extras estemos dispuestos a adquirir).
En la parte central del tablero encontramos una pantalla táctil a color que despliega la información relativa al navegador, computadora de viaje, interfaz del teléfono móvil y equipo de audio.
El volante multifunción también es de nuevo diseño, es de tres radios y también está inspirado en el que se utiliza en el exótico híbrido 918. Aquí podemos controlar el sistema de audio o el teléfono.
En el cluster de instrumentos encontramos el clásico layout de Porsche, con tres círculos, el central y más grande reservado para el cuenta revoluciones y en la parte inferior despliega la velocidad de manera digital. A la izquierda tenemos el velocímetro analógico, así como el odómetro y diversos testigos como el de luces encendidas, freno de mano, etc. Por último del lado derecho tenemos una pantalla a color que despliega toda la información de computadora de viaje, navegador, etc. Cuenta con una divertida función que nos muestra en tiempo real la distribución de torque entre cada rueda, no es que sea útil, pero entretenida si es.
Como ya es costumbre en los Porsches, la calidad de materiales y ensamble es extraordinaria. El tacto de botones y superficies es muy agradable y se nota una construcción sumamente sólida.
Algunos otros elementos de conveniencia destacados son los asientos eléctricos con infinidad de regulaciones, no solo de altura, distancia o respaldo, sino también de longitud de banca, y ajustes laterales para sujeción lateral. El toldo panorámico (opcional) es inmenso y aunque luce muy bien, castiga un poco el espacio para la cabeza, también encontramos aire acondicionado automático de dos zonas.
Aunque el Macan es casi tan ancho como un Cayenne, el interior es apto solo para cuatro ocupantes, adelante no hay problemas de espacio, sin embargo atrás el espacio para las piernas es un tanto reducido y si el ocupante es un adulto que supere el 1.70 metros, los viajes no serán de lo más cómodos.
Manejo
Tras el volante el Macan se muestra como un deportivo bastante serio, si bien es cierto en modo de manejo Comfort la transmisión efectúa los cambios a bajo régimen, la dirección y suspensión presentan un ajuste suave, por lo que nos encontramos con un vehículo relativamente cómodo para uso en ciudad, es importante tener en mente que de cualquier manera se siente algo duro y quizá sea porque la versión probada equipaba los inmensos rines de 21 pulgadas que se ven muy bien, pero al final del día significa menos superficie neumática.
Al activar el modo Sport, o Sport+, encender el botón del escape (que nos entrega más y mejor sonido del motor) y pasar la transmisión a modo manual, las cosas cambian drásticamente, el Macan se convierte en un vehículo ágil que ofrece muchísimo agarre. El sistema de tracción está diseñado para que comportarse parecido a un tracción posterior, con lo cual también tenemos un poco de deslizamiento de las ruedas traseras si desactivamos el ESP.
La caja es rapidísima y obediente, nos deja jugar y mantener el motor girando en la frontera de la zona roja, adicionalmente la mecánica tiene torque prácticamente siempre, por lo que aun funcionado a bajo régimen tenemos torque para efectuar rebases o recuperaciones. Sin embargo un detalle importante a destacar es que las aceleraciones no se sienten agresivas, incluso en ocasiones se percibe como si el Macan no acelerara tanto como quisiéramos, aunque al voltear a ver el cluster de instrumentos nos percatemos que ya circulamos mucho más rápido de los límites permitidos. Dicho de otra manera, el Macan acelera con mucho mayor brío del que es capaz de transmitir a los ocupantes.
Conclusión
Ciertamente el Macan no es un producto accesible, nos ubicamos en un segmento prohibitivo para la gran mayoría de los compradores.
También resulta que este nuevo Porsche casi no tiene competencia, en todo caso podríamos nombrar al Audi SQ5, ya que las propuestas de BMW y Mercedes-Benz carecen de variantes preparadas por M o AMG respectivamente, aunque quizá un X4 M no esté muy lejos de llegar a producción. Existen SUVs deportivos muy capaces en otras marcas como el X5M o el ML 63 AMG, pero son más grandes y en realidad serían competencia frontal de Cayenne.
Adicionalmente, si se busca practicidad, las propuestas de las marcas alemanas antes mencionadas como X3, GLK o Q5 ofrecen más espacio de carga.
Sin embargo, aun considerando todo lo anterior el Macan es el mejor de su categoría, un producto que pone muy alto el listón para la competencia, ofrece un diseño atractivo, tecnología, refinamiento y un comportamiento dinámico de altos vuelos. Por si fuera poco está fabricada con suma atención al detalle.
Como cualquier otro Porsche, es para muy pocos, pero si quitamos el precio de la ecuación es por mucho la mejor opción.