En el SEMA Show puedes cualquier cantidad de vehículos que desde las modificaciones más puras y simples hasta vehículos que rondan los 1,000 hp como este Chevy Chevelle de Ringbrothers.
Vaya que en esta ocasión los hermanos Mike y Jim Ring no se contuvieron en lo más mínimo al tomar la carrocería de un Chevelle 1966 y dotarlo de mucha testosterona.
Para iniciar este clásico bautizado como Recoil tiene un motor de ocho cilindros de inyección directa supercargado, que al llegar a su clímax ofrece al que tome el volante la admirable cifra de… ¡980 hp!
Habrá que ser todo un experto para tomar las riendas de este auto y no perder el control, y es que como buen americano de los 60s todo este poderío es enviado a las ruedas traseras. Para no desperdiciar ni un solo caballo de fuerza fue intercambiada la caja manual de cuatro velocidades por una de seis.
Ringbrothers también aprovechó la fastuosidad de este american car para dar a conocer un nuevo set de rines. En el caso del Chevelle Recoil 1966 son de 19 pulgadas para el eje delantero y de 20 pulgadas para el trasero.
Para estar a la par de los 980 hp, la cabina de este Recoil tiene un diseño inspirado en los autos de carreras. Asientos tubulares, cinturones de seguridad de cinco puntos, interruptores y un cuadro de instrumentos digital son elementos que indican que es un auto para ser conducido por alguien con experiencia.
Por si fuera poco el exterior también fue trabajado para lograr un equilibrio perfecto. Algunas piezas como las fascias, carcazas de los espejos, cofre y tapa del maletero fueron creadas a mano utilizando la fibra de carbono como materia prima.
No nos dejarán mentir, pero este Chevelle es uno de esos autos que sin manejarlo te deja con la boca abierta.