Es común que en esta temporada una gran parte de los caminos del país estén cubiertos de hielo o nieve, por lo que hay que ser más cuidadosos con nuestra forma de manejar ya que los neumáticos presentan poca adherencia.
Para conducir sobre nieve o hielo no es necesario ser un experto, sin embargo hay personas que no están acostumbrados a tomar el volante del automóvil bajo estas circunstancias, así que los nervios pueden provocar maniobras bruscas.
Indudablemente lo más importante cuando de conduce en un camino con nieve o hielo es saber anticiparse, esto quiere decir que con tiempo debemos saber qué maniobra ejecutar. También es importante tomar las cosas con calma, además de ser sutíl con el volante, acelerador y freno.
Accionar de manera brusca estos tres elementos puede ocasionar que el vehículo pierda estabilidad y en el peor de los casos salga de su trayectoria. Dos de los errores más comunes es girar el volante en exceso y acelerar de manera enérgica.
Si tenemos un vehículo con transmisión manual, se aconseja hacerlo en segunda velocidad para evitar que las ruedas patinen. En el caso de frenar, se debe hacer preferiblemente en una recta, no en las curvas, ya que como lo mencionámos anteriormente los neumáticos se encuentran en una superficie de baja adherencia. En la medida de lo posible frene con el motor.
En el caso de encontrarnos en un camino cubierto de hielo, debemos reducir considerablemente la velocidad y evitar frenar, a no ser que sea estrictamente necesario. Al momento de conducir por una carretera con mucha nieve, se debe de evitar pasar por las marcas que ha dejado otro vehículo ya que puede existir hielo.
Además, es conveniente hacer una revisión del vehículo, así como disponer de neumáticos de invierno. En el caso de no disponer de ellos es importante llevar cadenas por si fueran necesarias, especialmente en caso de pendientes.
Al margen de estos consejos, siempre es recomendable revisar el estado del tiempo del camino por el que vamos a circular.
