Una vez más queda demostrado que los automóviles que contienen un gran poder, se producen en cantidades limitadas o son de un fabricante vehículos de lujo no están exentos de ser llamados a revisión por algún problema con alguno de sus componentes.
En esta ocasión es el Chevrolet Corvette Stingray es que ha sido sometido a un recall por un problema en la suspensión. Específicamente el defecto consiste en que uno de los elementos que conforman a la suspensión trasera no está apretado debidamente en el proceso de ensamble. Esta situación podría reducir la estabilidad y el control del vehículo, aumentando el riesgo de un accidente. Asimismo este defecto provoca que existan ruidos en la suspensión al momento de circular en curvas o se pasan topes.
De acuerdo a General Motors son 46 unidades fabricadas entre el 26 de septiembre y 26 de octubre 2014, mismas que se encuentran en Estados Unidos, Canadá y Alemania.
Como sucede en este tipo de situaciones los propietarios serán notificados para que lleven a su vehículo a los talleres del distribuidor más cercano para que les realice la reparación correspondiente.