El pasado sábado 27 de junio más de 150,000 personas pudieron disfrutar del sonido y velocidad de los impresionantes vehículos del equipo Infiniti Red Bull Racing de la Fórmula 1 en un improvisado circuito de menos de una milla (1.2 kilómetros) de longitud alrededor del Zócalo de la Ciudad de México a manos de los pilotos Daniel Ricciardo y Carlos Sainz Jr.
Los vehículos utilizados fueron unos RB7, con los que Red Bull y Sebastian Vettel se coronaron campeones de constructores y pilotos en 2011. Este F1 emplea un V8 desarrollado por Renault de 2.4 litros capaz de girar hasta las 18,000 rpm que se complementa con un sistema KERS y que se acopla a una transmisión secuencial de siete velocidades, por su parte, el peso es de apenas 1,433 libras (640 kilogramos) piloto incluido.
Esta impresionante obra de la ingeniería aceleró, derrapó e hizo donas para beneplácito de los asistentes, quienes también pudieron atestiguar un desfile de vehículos clásicos Renault abanderados por el recientemente reintroducido Clio RS e integrado por los modelos: Dinalpin A110, R8, R8 Gordini, Floride y R10. Adicionalmente el piloto mexicano Tavo Vildósola mostró el inmenso poderío de su Trophy Truck que cautivó a los asistentes.
Por último, los pilotos Daniel Ricciardo y Carlos Sainz dieron unas hot laps para un limitado número de personas a bordo de vehículos Infiniti Q50 Hybrid. Previo al inicio del evento Daniel Ricciardo confesó que este sedán deportivo es su modelo favorito de la filial de lujo de Nissan.
Este evento denominado ShowRun 2015 sirve de preámbulo para el regreso de la máxima categoría a México este año luego de poco más de veinte años de ausencia. Aunque es importante aclarar que los vehículos que compiten en el serial actualmente son híbridos con un V6 turbo, por lo que el sonido es bastante menos espectacular que el que mostraron los RB7.