El momento del baño puede ser un castigo (normalmente cuando no se superó la adolescencia), un momento de relax o el lugar indicado para sacar al Luciano Pavarotti que todos llevamos dentro, pero en este caso, las cosas son muy diferentes.
Acá tenemos un exponente de alguien que le gusta tanto estar en la bañera que decidió transformarla en un bólido y llevarla a derrapar en las pistas. Después de todo, la excitación de la velocidad cualquiera termina transpirado y siempre es bueno completar las vueltas impecable, ¿no? Además, no hace falta llevar toalla, con una buena aceleradita te secás.
Este no es el primer caso de un artefacto de baño veloz que te mostramos en Autocosmos, hace unos años también conocimos a Jolene Van Vugt, bautizada la reina de la porcelana al batir el récord Guinness de velocidad en inodoro.
Drifting con una bañera