Antecedentes
Fue en la década de 1960 cuando Dodge decidió crear un automóvil que rivalizará con el Ford Mustang, un deportivo que de inmediato se convitió en un éxito. Al ver que Ford vendía Mustangs como pan caliente la marca fundada por los hermanos Dodge decide crear un vehículo que contara con todos los ingredientes de un muscle car, es decir, una carrocería coupé encaminada por un motor de ocho cilindros capaz de enviar una fuerte cantidad de caballos de fuerza a las ruedas traseras.
Si bien, este american car fue bien aceptado la marca decidió retirarlo del mercado después de cinco generaciones y 21 años de estar de existencia. Sin embargo, al ver que Chevrolet traía de vuelta al Camaro en 2006, Dodge también decide revivir el nombre de Charger.
Uno de los puntos que más llamaron la atención en el regreso de este vehículo es que la carrocería de la sexta generación destaca por la configuración sedán y no coupé como fue en su primera etapa de vida. Y es que para no anteponerse con el también resucitado Challenger, Dodge decidió traerlo de vuelta como un cuatro puertas.
Después de ocho años del regreso a la escena para 2014 Dodge decide realizar algunas renovaciones estéticas en esta sexta generación. Es en ese mismo año cuando la firma americana se atreve a desarrollar una variante con un desempeño de locura, el Charger SRT Hellcat. Al contener más de 700 hp este muscle car tiene al día de hoy el título del sedán con más potencia del planeta.
Precio: $67,645 dólares
Características técnicas y mecánicas
Y es que al igual que el Challenger con el sello Hellcat, el V8 HEMI de 6.2 litros recibe un enorme super caragdor de 2.8 litros para ofrecer 707 hp y 650 libras-pie de torque. Además del sobrealimentador el ocho cilindros recibe mejoras en el bloque, cabezas, inyectores, bomba de agua, radiador y cigüeñal. Cada una de estas cifras son administradas por una transmisión automática TorqueFlite HP90 de ocho velocidades que cuenta con modo manual, así como distintos programas de conducción.
Claro que con tanto poder en las ruedas traseras es necesario detenerlo de una manera eficaz. Es por ello que para contrarrestar los 707 hp, el eje delantero tiene unos enormes discos Brembo de 15.3 pulgadas (391 mm) con pinzas de seis pistones adelante y 14.5 pulgadas (370 mm) con mordazas de cuatro pistones en el eje posterior.
Visualmente este Dodge Charger Hellcat destaca por el parachoques delantero más grande y con grandes tomas que permiten una mejor ventilación de los frenos, un capó de aluminio con entradas de aire, luces ahumadas, una parrilla con diseño más deportivo, rines de 20 pulgadas, un spoiler trasero, dos salidas de escape, faldones laterales y los emblemas de Hellcat.
Confort
Al tener una carrocería de más de cinco metros y con cuatro puertas, permite que la cabina de este Charger ofrezca un espacio interior abundante, sobretodo para los pasajeros de la fila trasera.
Junto a esta amplitud existe un ambiente que nivela el lujo con la deportividad. Detalles de aluminio, plásticos de buena calidad y tapicería de cuero en los asientos y volante son los elementos que más llaman la atención.
En la parte tecnológica contiene un pantalla táctil de siete pulgadas que además de permitir la gestión del radio, aire acondicionado, navegador, elegir el modo de manejo ofrece una basta información del tren motriz (temperatura, potencia, dirección, fuerzas G, entre otros. Asimismo, cuenta con una aplicación que nos permite obtener los tiempos de aceleración.
Manejo
Apenas pisamos el acelerador y el ocho cilindros HEMI nos dice que lo mejor está por venir cuando pasemos la palanca de velocidades a Drive. Si bien la máquina de este Charger no está hecha en Maranello o Stuttgart, el rugir del motor es fantástico.
Una muestra de este soberbio poder lo podemos encontrar en el cronómetro, por ejemplo el 0 a 62 mph (100 km/h) lo completa en únicamente 3.6 segundos. Esto es tres décimas menos que el Bentley Flying Spur con motor V12 de 616 hp o una décima menos que el Cadillac CTS-V con 640 hp.
Donde también es superior este Dodge Charger SRT Hellcat es en la velocidad máxima. Ningún otro sedán es capaz de llegar a 203 mph (328 km/h) como lo hace este muscle car, su rival más próximo es el Aston Martin Rapide S que con 552 hp logra 202 mph (326 km/h).
Quien también tiene un notable trabajo es la transmisión automática de ocho velocidades. A pesar de no ser de doble embrague tiene una eficaz respuesta en los cambios ascendentes y descendentes, los cuales son realizados por las paletas del volante o por medio de la palanca. Por cierto debemos hacer notar que para pasar de Drive a Neutral no es necesario presionar el botón, así que hay que estar atentos de no moverla.
Algo que también debemos de destacar de este Hellcat son los modos de manejo, ya sea que personalices la dinámica de la transmisión, motor, dirección, tracción y suspensión, o bien que elijas las modalidades Default que permite un manejo menos agresivo, Eco para limitar las revoluciones, Sport que eleva el poder son los sistemas conectados y Track que abre toda la llave del agua para entregar todo el poder posible, además de que el sonido todavía es más estruendoso, asimismo el sistema de estabilidad y tracción es menos correctivo, eso si sin abandonarnos.
Adicionalmente este Charger Hellcat viene con un juego doble de llaves, destacando una de color rojo que libera toda la potencia del motor y permite activar las configuraciones de pista, así como el Launch Control. Por su parte, la llave de color negra libera solamente (si es que se puede calificar de poco) 500hp.
Estamos seguros que si tienes al sedán más rápido del planeta, lo que menos te interesa es saber cuanto consume gasolina. Ahora bien, al igual que todo vehículo depende del estilo de manejo el consumo, pero en este caso por más que seamos dóciles con el pie derecho la aguja del medidor baja considerablemente. En este caso el V8 consume un aproximado de 14.8 mpg (6.3 km/l), aunque con el pie a fondo esta cifra disminuye considerablemente.
Conclusión
A pesar que la estabilidad en pista no es similar a la de un deportivo europeo, este Dodge Charger Hellcat es una locura cuando el camino no tiene curvas tan pronunciadas.
Además de este alto desempeño este muscle car te da la oportunidad de entrar al mundo de los súper autos con sólo un millón de pesos. Aunque claro que habrá quien diga que es un Dodge y que no hay comparación con un deportivo italiano. Si lo que te interesa es el número de caballos de fuerza, el número uno es: el Dodge Charger Hellcat.