Toyota, una marca que comunmente juega seguro, aprovechó el Salón de París para portarse mal y hablar un poco de lo que se viene para el futuro. Y ese futuro es bastante distinto al que podiamos suponer: la oficialización de su campaña de retorno al WRC.
Y claro, Toyota no es ningún ignorante en la materia. Cuantas victorias les dieron autos como el MR2, el Celica GT-Four durante 3 generaciones y más adelante, el Corolla WRC. Cuantos pilotos pasaron por la escudería japonesa como Carlos Sainz, Juka Kankkunen o Didier Auriol. El legado que tienen en sus manos es grande, legado que pretenden aprovechar para probar una vez más que tienen lo que se necesita para alcanzar el podio.
La llegada de Toyota también es importante, en el sentido de que no solo vuelven a la actividad tras 18 años de ausencia, sino que también marca el regreso de los fabricantes japoneses a una categoría que siempre se les vino bien. Autos como los Nissan Pulsar y Silvia, los Subaru Legacy GT Turbo e Impreza WRX, los Mitsubishi Galant y Lancer Evolution, los ya mencionados bólidos de Toyota, los discretos Mazda 323 y las cortas aventuras de Suzuki con el SX4, fueron parte de una de las mejores épocas del mundial, siendo sucedidos más adelante por el poderío de Peugeot, Citroën, Ford, Volkswagen, Škoda y en el último tiempo, Hyundai. Son 9 años los que han pasado desde aquel campeonato del 2008, marcado por la llorada salida del Subaru World Rally Team, en conjunto con el joven equipo de Suzuki, últimos bastiones nipones del WRC.
La llegada de Toyota también es importante, en el sentido de que no solo vuelven a la actividad tras 18 años de ausencia, sino que también marca el regreso de los fabricantes japoneses a una categoría que siempre les vino bien y de la cual no participan hace 9 años.
Como vemos, Toyota la tiene difícil. Pero, como ya tienen experiencia en el motorsport, saben que para ganar hay que hacer juntas con socios grandes. Así es como entra el Gazoo Team, uno de los equipos privados más cercanos a la marca y que cuentan con una importante alianza en otras competencias donde han visto éxito. Además, en este Salón de París se oficializó la alianza con Microsoft, lo que les significa una importante herramienta en telemétrica, gestión, electrónica y soporte multimedia. Y la tercera pieza en el puzzle, es la figura del tetracampeón Tommi Makinen como Director General del equipo.
Son tantos los rumores sobre este nuevo equipo, que no se descarta incluso que Toyota quiera reclutar los talentos de Sebastien Loeb y Petter Solberg, importantes figuras del WRC que actualmente les enseñan a los novatos, en la categoría de Rally Cross.
Sobre el Yaris WRC, este se debe atener a las normas de la categoría, por lo que su planta motriz de 1.6 litros Turbo debería superar los 300 Hp. Vale destacar que este Yaris corresponde a la tercera generación global del modelo, versión que llegó a Chile el 2011 como modelo 2012 y que fue reemplazado el 2014 por versiones de origen tailandés.
Después de Toyota, quien sabe, quizás sea el retorno de la armada japonesa al siempre muy entretenido mundial de rally.
