Dartz, un reconocido tuner con sede en Letonia, es el creador de este volante catalogado como el más caro del mundo.
Aunque siendo sinceros estamos seguros que por más que sea el costoso del planeta, no quiere decir que también sea el más bello, ya que a primera vista no luce nada atractivo, por no decir que está horrible.
Pero bueno, dejando a un lado el debate si es bello o no, lo más atractivo de este volante es el trabajo artesanal y los materiales utilizados. Basta decir que para su elaboración fueron necesarios más de 20 días y más de 300 piedras preciosas.
Si bien, a simple vista lo que más llama la atención del volante más caro del mundo es la piel de cocodrilo que lo cubre, observándolo a detalle destaca el brillo originado por un total 292 diamantes negros y un par de rubíes. Por si esto fuera poco, los botones están cubiertos por oro blanco de 14 quilates.
Por último, es importante mencionar que este exclusivo volante forma parte del Black Alligator, un Mercedes-AMG GLS63 personalizado por Dartz, que de acuerdo con el taller de tuning será el SUV más lujoso del mundo.