En la búsqueda de demostrar su capacidad de personalizar automóviles, Roush Performance transformó un Ford Focus RS para dotarlo de más deportividad.
Con una serie de modificaciones en el software, en el intercooler y en el sistema de sobrealimentación, la potencia del cuatro cilindros EcoBoost de 2.3 litros crece más del 40 por ciento. Este aumento permite que bloque del Focus RS pase de 350 a 500 hp.
Para equilibrar este incremento de poder, Roush Performance también dotó al hatchback de un discos más grandes para hacer más rápida la desaceleración. Igualmente, recibe un kit de suspensión con amortiguadores ajustables para obtener una mayor rigidez.
Roush Performance no pudo dejar pasar por alto mejorar la aerodinámica y estética del Focus, por lo que desarrolló un kit aerodinámico compuesto por splitter de mayor tamaño, un nuevo difusor, un spoiler y entradas de aire más grandes. Complementa esta labor un set de rines de 19 pulgadas, neumáticos de alto desempeño y una parrilla rediseñada.