En un hecho que la movilidad eléctrica inclinará la balanza contra los automóviles de combustión interna debido a que solución inmediata para el cuidado ambiental. Si bien esta tecnología tiene sus limitantes -precio, tiempo de recarga, autonomía-, sin embargo, con el tiempo todo irá mejorando por lo que será más común ver en las calles y carreteras más vehículos eléctricos.
Pero… ¿se conducen igual que los de combustión tradicional?
La aceleración es diferente
Debido a que los autos eléctricos no tienen caja de cambios y embrague se conducen como un vehículo automático. Sin embargo, la fuerza inicial es instantánea y en consecuencia la aceleración es mayor que en un vehículo de combustión tradicional, lo que hace que vayan a máxima potencia partiendo desde cero revoluciones. Por esta razón, hay que ser dóciles con el pedal del acelerador y presionar con con suavidad y de forma progresiva.
La desaceleración es el freno
Casi todos los autos eléctricos vienen equipados con un sistema de recuperación de energía que ayuda a recargar las baterías al dejar de presionar el acelerador, con lo que la velocidad se reduce con esta acción. Si estuviéramos en un auto convencional, esta acción sería el equivalente a pisar con suavidad el freno.
El aire acondicionado
En un auto eléctrico la autonomía se puede ver afectada dependiendo de la conducción y del uso del aire acondicionado, así que para que estos afecten lo menos posible a el rango se recomienda utilizar los sistemas automáticos de conexión. De esta forma, cuando se vaya a usar el auto estará ya a la temperatura adecuada y el sistema sólo tendrá que mantenerla.
Planificar el viaje
Por el momento, la autonomía de los vehículos eléctricos es inferior a la de un vehículo tradicional y requiere de una planificación anticipada de las rutas así como a tener en cuenta los puntos de recarga.