Luego de transcurrir trece años de producción ininterrumpida, la séptima generación del Rolls-Royce Phantom llega a su fin.
En esta ocasión la unidad emblemática se trata de una orden especial por parte de un coleccionista de Rolls-Royce que encargó un Phantom con distancia entre ejes larga. Además de destacar por el color azul Blue Velvet de la carrocería, el vehículo posee una serie de detalles que imita al Phantom 1930.
Fue en 1925 cuando Rolls-Royce fabricó el primer New Phantom.
Junto a esta personalización del exterior, el interior del último Rolls-Royce Phantom VII luce paneles de madera, tapicería de cuero blanco y dos relojes náuticos.
Debajo del enorme capó, este súper lujoso auto contiene el clásico V12 6.75 litros con 459 hp y 531 libras-pie de torque. Este poder le permite acelerar de 0 a 62 mph (100 km/h) en 6.2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 150 mph (240 km/h).
Una vez concluida la producción del Phantom VII, se espera que Rolls-Royce presente en el Auto Show de Ginebra 2017 la octava generación.