Después de varias décadas de ser el combustible más popular en Europa, parece ser que este combustible tiene los años contados en el Viejo Contiene.
Luego de ser reconocidos por ofrecer un mejor rendimiento y más torque que los motores a gasolina, la fama de los diesel ha llegado a su fin. Todo indica que la lapida de este combustible, además de la aparición de energías alternativas, ha sido el dieselgate que demostró al mundo que los vehículos con este tipo de motores no son tan limpios como lo anuncian los fabricantes.
Según un análisis del banco suizo UBS AG, la cuota de mercado de los automóviles diesel que actualmente es del 50 por ciento será reducida a un 10 por ciento para 2025.
Un ejemplo de este declive por los automóviles diesel se puede ver en Reino Unido, que durante enero pasado vio un descenso del 4.3 por ciento en comparación con 2016. En cambio la comercialización de autos a gasolina aumentó un 8.9 por ciento, mientras que los híbridos, eléctricos y de hidrógeno crecieron un 19.9 por ciento.
Además de la caída en las ventas, algunas ciudades como París, Londres y Atenas, ya han anunciado la prohibición de circular a los vehículos diesel antiguos.
Junto a este pronostico del banco suizo, KPMG por medio del Informe Global sobre Automoción 2017 estima que los automóviles alimentados por diésel dejarán de producirse en un futuro próximo.