Es evidente que uno los motivos por los que el mercado de Estados Unidos vende millones y millones de vehículos cada año es por la gran cantidad de compras por medio de financiamiento.
De acuerdo con los monitores e informes de las tendencias de crédito para consumidores y empresas, al día de hoy la adquisición de vehículos por medio de crédito a alcanzado niveles nunca antes vistos. En total, los americanos deben $1,070 millones de dólares en la adquisición de vehículos. Evidentemente, esto significa un grave problema para las instituciones financieras y fabricantes de automóviles, debido al incremento en las tasas de interés.
Lo anterior podría suponer una dificultad para los consumidores de bajos ingresos al no poder pagar los préstamos de sus autos por la falta de liquidez. Según Bankrate, a mediados del mes de diciembre la tasa de interés promedio de un préstamo de automóvil nuevo a 60 meses ha aumentado de 4.27 a 4.44 por ciento,
Además, el préstamo medio de vehículos nuevos aumentó a $30,621 dólares -otra cifra récord- con un promedio de pago mensual de $506 dólares, esto es $13 dólares más que en 2015. Esto provocó que alrededor del 32 por ciento de los prestatarios eligiera un préstamo de 73 a 84 meses, un 29 por ciento más que en el año anterior.
Ante esta situación de extender los pagos a más meses para reducir la factura mensual, el porcentaje de préstamos morosos de automóviles está a la alza. A través de todos los préstamos para automóviles, la morosidad de 30 días subió 2.46 a 2.44 por ciento en el Q4 de 2016, en tanto que la morosidad de 60 días subió de 0.71 a 0.78 por ciento. Conforme con Bloomberg, la morosidad entre los consumidores con bajos puntajes de crédito es la más alta desde 2009.