Los últimos dos éxitos consecutivos en el Rally Dakar no fueron suficientes. Peugeot, marca que volvió a la exigente competencia para reverdecer viejos laureles, continúa con su proceso evolutivo. Por ello, hoy presentó el 3008 DKR Maxi, más ancho y maleable que su antecesor.
El nuevo vehículo de la casa francesa, basado en el SUV 3008 de calle, sorprende por su tamaño: con respecto al 3008 DKR, es 20 centímetros más ancho, producto del aumento del largo de las suspensiones. Además, tanto los brazos de dicho sector, como los extremos de vástago y los ejes de la transmisión han sido rediseñados, con el firme objetivo de mejorar la estabilidad y dinámica del coche.
“El 3008 DKR Maxi es mucho más estable que el anterior gracias a lo ancho que es, por lo que es diferente de manejar. Si bien para los caminos y lugares angostos y técnicos no será lo mejor, en términos de estabilidad y conducción es una gran evolución, sin dudas”, destacó Sébastien Loeb, antes de agregar que “el punto más fuerte que tiene es que es un todoterreno. Puede ir más o menos bien en cualquier tipo de camino, especialmente las dunas”. Este último dato es clave, pensando en el regreso del Dakar a Perú, donde abundan las zonas arenosas. Por su parte, el múltiple campeón de rally será el encargado de estrenar la unidad en la próxima edición del Rally de la Seda, del 7 al 22 de julio.
Luego de una serie de pruebas realizadas en Marruecos, tanto el equipo como el piloto francés utilizarán la competencia asiática para recopilar la mayor cantidad de datos posibles y así continuar con el desarrollo del auto. “Hay una sola cosa más difícil que ganar: volver a hacerlo. Para ello, nuestros ingenieros tienen la misión de mejorar constantemente el 3008 DKR Maxi, lo que nos permitirá en un futuro definir con qué elementos contará el coche para el próximo Dakar”, señaló Bruno Famin, director deportivo de Peugeot.
Parte de la suspensión del 3008 DKR Maxi, la clave del nuevo vehículo.
En los ensayos realizados en el norte africano participaron todos los pilotos que representarán al León en la carrera más difícil del mundo en enero de 2018: Stéphane Peterhansel, Cyril Després y Carlos Sainz. Los dos primeros también participarán del Rally de la Seda, pero con el 3008 DKR que se coronó en el último Dakar, no así el español.
Más allá de que no sea de la partida en el próximo reto del Peugeot Sport, Sainz fue una pieza clave en desarrollo del nuevo vehículo, tal como destacó la marca en su parte oficial. Para el ibérico, “siento que dimos unos pasos adelante. El auto es más estable en los caminos de ripio, y nos va a permitir ser más rápido en las curvas”.
“Después de unos años, mejorar el rendimiento siempre es más difícil, pero el trabajo que hacen los ingenieros del equipo es genial, a lo que trato de ayudar tanto como sea posible”, concluyó Sainz, que con su confirmación como piloto Peugeot despejó las dudas que se habían cernido sobre su continuidad en el equipo, tras el duro accidente sufrido en el último Dakar.
Así se mueve el Peugeot 3008 DKR Maxi