Munich, Alemania. Luego de una intensa jornada en el IAA 2017 (Auto Show de Frankfurt), llena de presentaciones y novedades que serían suficientes como para hablar de aquí a que termine el año, viajamos a Munich al sur de Alemania, en donde se encuentran los cuarteles generales de BMW, y es que la firma organizó un interesantísimo programa post Auto Show que nos permitiría conocer un poco más de sus raíces y filosofía, así como el rumbo que está tomando la organización de cara al futuro.
Para la primera parte – la que más me entusiasmaba he de reconocer – fuimos a BMW Classic que como no podría ser de otra forma, ocupa el edificio más antiguo que tiene el fabricante, aunque claro está, muy modernizado. Se trata de un almacén, centro de restauración (tan impecable que más parece galería de arte que taller, más aún cuando a simple vista se pueden observar algunos de los autos en los que están trabajando, entre ellos un M1, un CS e incluso, aunque más a manera de adorno un F1 que no pude identificar bien) y archivo histórico de BMW.
Es importante destacar que BMW Classic no es el Museo BMW, que dicho sea de paso es la atracción turística más visitada de Munich y un lugar que seas o no fanático de los autos tienes que visitar, el edificio es una maravilla de la arquitectura y te permite recorrer la enorme historia de BMW, desde sus inicios como fabricante de aviones, para posteriormente entrar en detalle con las motocicletas y los vehículos más icónicos, así como sus mayores logros en materia deportiva. En BMW Classic preservan vehículos históricos para ser utilizados cuando son necesarios, así como restaurarlos.
Y aunque está claro que conocer un lugar como esté sería suficiente motivo para alegrar a cualquier apasionado de los autos, el verdadero entusiasmo provenía del hecho que tendríamos la oportunidad de manejar algunas de sus valiosas piezas de colección. Los vehículos que manejaríamos junto con nuestros colegas de México y el resto de Latinoamérica, así como un pequeño grupo de Canadienses ya nos esperaban formados. Por más labor de convencimiento que traté de hacer con la gente de comunicación de BMW, no logré obtener la lista de la clase de maravillas históricas que tendríamos disponibles, con lo cual la primera impresión fue toda una sorpresa.
Cualquier auto del conjunto podría ser considerado en sí una obra maestra, tan solo el observar las tres primeras generaciones del M3, el Z1 con su complejo sistema de apertura de puertas (se abren hacia abajo y se ocultan en el piso), pasando por un M5 E34, Serie 5 E12, Serie 7 E23, así como como el imponente Serie 8 E31, un gigantesco coupé de altos vuelos con un V12 bajo el cofre. Sin embargo, en la posición más alejada de la entrada se encontraba el 3.0 CSL conocido también como Batmovil, el primer desarrollo de BMW Motorsport y por lo tanto, punto de partida de un linaje que sin duda pertenece a la realeza de la industria automotriz.
El grupo era grande y la cantidad de autos también, así que tenía claro que si no me ponía listo perdería mi oportunidad, una que por cierto es altamente improbable que se vuelva a presentar. Mientras recibíamos las instrucciones y recomendaciones para iniciar la ruta, solo me podía concentrar en el CSL y cuando nos dieron luz verde para elegir el auto, corrí tan rápido como pude para obtenerlo. Lo logré y resultó una experiencia increíble, una que ya contaré más a detalle en una nota específica, que vale la pena, la cosa no terminó la prueba de manejo se extendió también a los M3 (E30) y M5 (E34).
Luego del manejo que incluyó una visita a Weihenstephaner, la fábrica de cerveza más antigua del mundo, en donde me quedé con las ganas de probar más de sus tradicionales creaciones, ya que preferí volver a manejar alguno de los clásicos que estaban disponibles para así regresar a BMW Classic.
Ahora sí, había llegado el momento de recorrer el almacén. El espacio muy bien iluminado es más pequeño de lo que se podría pensar para ser la cuna de BMW. En las paredes, hay fotos antiguas, sobre dimensionadas, en donde se puede observar la forma en que en esa misma instalación se fabricaban los primeros motores de avión que llevaron el sello de la hélice albiceleste, que son los colores de Bavaria.
Los autos ahí preservados están en perfecto estado mecánico y son completamente capaces de salir a rodar a las calles, todos, salvo unos cuatro o cinco autos conceptuales dentro de los que destacaba un E1, un interesante ejercicio de vehículo 100%, así como el H2R (Hydrogen Record Car) de apariencia sumamente extravagante y que fue desarrollado para un récord de velocidad con un motor de propulsión a hidrógeno.
Todo lo demás, está en condiciones adecuadas de operación, desde los primeros vehículos de orientación muy popular, pasando por el 303, primer modelo en llevar la parrilla de doble riñón, alguna que otra joya de competencia dentro de los que destacaban nuevamente un par de M1, M3, CSL, sin olvidar por supuesto el mítico 328 roadster de finales de los treintas que además de contar en su palmarés con triunfos en icónicas competencias como la Mille Miglia se convirtió en un objeto de culto, a tal nivel que hay más ejemplares en el mundo de los que realmente fabricó BMW, y como en esos años no se empleaban los números de serie se ha vuelto casi imposible determinar cuáles son los originales y cuáles las réplicas.
Inesperadamente, también nos topamos en el almacén con el emblemático McLaren F1 y es que para los que no lo sepan, el V12 que convirtió a este modelo el auto más rápido de su tiempo y uno de los deportivos más especiales de la historia fue desarrollado justamente por BMW. Con humor, nos comentaron que cada dos años aproximadamente, lo mandan a McLaren a mantenimiento, aunque tampoco es que ruede demasiado.
La colección evidentemente está llena de motocicletas, algunas muy significativas según el curador y responsable del lugar, aunque dada mi completa ignorancia de la materia no pude más que admirarlas.
Al finalizar el recorrido queda claro por qué BMW ostenta la posición de protagonismo que tiene en la escena global del automóvil, la dedicación a preservar su historia es loable y ese legado está presente en sus creaciones más modernas e innovadoras, ya sea un super ventas como el Serie 3 o un innovador deportivo como el i8.