A Bentley le ha ido bien. Tras 4 años de campaña, el año pasado se quedaron con un título en la GT británica y con otro título en la Blancpain GT Endurance series, lo que significa que hay que defender con uñas y dientes esos palmares.
Para ello, nuevamente el departamento deportivo de Bentley en conjunto con los chicos de M-Sport (los mismos del WRC) se ponen manos a la obra en el totalmente nuevo Continental GT3.
Los beneficios de la nueva generación del coupé de lujo son inmediatos, comenzando con la dieta de aluminio a la que fue sometida la estructura completa del auto, para lograr en la balanza menos de 1300 kilos, 950 kilos menos que su equivalente de producción.
Las modificaciones estéticas saltan a la vista, con generosos pasos de rueda, difusores, splitters y un vistoso alerón, sin contar el diseño nuevo que se hereda de la última generación del Continental, fácil de distinguir por su zona posterior, con un lenguaje de diseño completamente nuevo, de ópticos ovalados más compactos.
La receta siempre dice, menos peso y más potencia, para lo que se encarga una versión refrescada del ya existente V8 twin-turbo de 4.0 litros, claro que, con nuevas admisiones, línea de escape y lubricación por cárter seco. Según Bentley, esto debería significar un generoso aumento de potencia desde 521 a sobre 550 Hp. Esta unidad se asocia a una transmisión de 6 velocidades secuencial firmada por Ricardo, cardan de fibra de carbono, diferencial LSD, frenos de competencia y un sistema de ABS+TCS entregado por Bosch y homologado por la FIA.
Teniendo todo listo, solo falta ver la nómina de equipos que competirán con este modelo, el que debería debutar en circuito el próximo año. Solo así podremos recién comenzar a deleitarnos con sus mejoras y su performance