¿Qué sentirías si después de comprarte un superdeportivo de la talla del Bugatti Chiron, la marca te contactara para hacerle una revisión? Ninguna marca es inmune a las posibles fallas que pudieran surgir por errores de fabricación, y Bugatti no es la excepción. La marca francesa tuvo que llamar a 47 Chiron para verificar que los soportes de los asientos estuvieran debidamente soldados.
Pero por supuesto que el Bugatti Chiron no es un auto ordinario. No lo decimos por los 1.500 caballos de fuerza que tiene o su costo de USD 3 millones, sino por el tipo de recall fuera de serie, acorde a una de las marcas más exclusivas del mercado. En primera instancia se hará llegar una carta firmada por la marca explicando el motivo de la revisión y posteriormente se recibirá la llamada personalizada de un técnico denominado “Flying Doctor”, el cual llegará al domicilio para inspeccionar cada detalle de los llamativos asientos Sparco, con el fin de detectar las posibles irregularidades que mermen la seguridad del vehículo.
Si el auto resultara dañado, se enviará un camión que lo transportará de inmediato al servicio de Bugatti más cercano, para cambiar todo el mecanismo deficiente y anclar de nuevo los asientos al piso, teniendo en cuenta que la marca debe hacerlo de la forma más ágil y así evitar las molestias causadas a los usuarios, al retirar su vehículo por tiempo indefinido.