Durante la última década hemos estado presenciado una total revolución en el sector automotor mundial, ya sea con el desarrollo de motores más pequeños, pero más poderosos y tecnologías enfocadas en la movilidad eléctrica y autónoma. Pero bueno, además de esta serie de innovaciones, también existe un tema sumamente vital en esta continua transformación de la industria del automóvil y es la popularidad de los SUVs que ha desplazado a los sedanes y hatchbacks.
Aunque este crecimiento en ventas de los utilitarios inició de forma gradual, en los últimos años la popularidad ha incrementado de una manera estrepitosa. Lo anterior ha ocasionado que los fabricantes amplíen su gama de SUVs o bien incitando a que muchos otros incursionen en este sector.
Sin entrar en detalles de cifras, el éxito que se ha venido desencadenando por los utilitarios ha hecho que los sedanes y hatchback disminuyan considerablemente sus ventas. Si bien algunos fabricantes se aferran a la producción de esta clase de vehículos, algunos mejor ya han desistido de su comercialización como es el caso de Ford, que después de una larguísima tradición de vender sedanes y hatchbacks ha confirmado su extinción para Norteamérica.
Tras esta decisión, la futura línea de modelos de Ford ya no verá contemplado al C-Max, Fiesta, Focus, Fusion y Taurus, para concentrarse de lleno en la venta de SUVs y pickups. Por increíble que parezca, la cartera de automóviles de Ford en América del Norte pasará a sólo dos vehículos: el legendario Mustang y el nuevo Focus Crossover saldrá en 2019.
Junto a este reacomodo en el portafolio de modelos, la estrategia de Ford también incluye el desarrollo y la implementación de sistemas híbridos para el F-150, Mustang, Explorer, Escape y Bronco, la comercialización de un auto eléctrico para 2020 y un total de 16 modelos 100 por ciento eléctricos.