Claudio Roddaro es un joven corredor que ha hecho realidad el sueño dorado que tienen en mente la mayoría de los fanáticos de Porsche: no sólo poseer un 917 genuino, sino conseguir el permiso que le permita circular legalmente por las calles de Mónaco.
Este aficionado y coleccionista de la casa de Stuttgart compró un 917-037 en 2016, pero al contrario de quienes lo reservarían para los track days, inmediatamente se dedicó a registrarlo para usarlo en carretera, pero esto no fue algo fácil de conseguir, ya que se trata de un prototipo deportivo de Le Mans de más de 40 años.
Roddaro logró su cometido gracias a que en el pasado un par de auténticos 917 habían sido registrados para que se les permita circular en la calle. El primero, fue una unidad con número de chasis 917-021, mientras que el segundo seriado con el No. 030 fue homologado por el fallecido conde Rossi de Montelera, el noble italiano que fue autor intelectual del exitoso vínculo de patrocinio entre Martini y Porsche.
Para poder circular legalmente por la calle con su 917, Claudio tuvo que demostrar que era idéntico al automóvil de Rossi. Sin embargo, esto no fue una hazaña fácil. El chasis 037 sin terminar fue adquirido por el constructor de carrocerías Baur de Alemania a fines de la década de los 70 y el auto no se fabricó durante décadas. Eventualmente fue vendido a un coleccionista estadounidense que pidió que su ensamblaje estuviera en manos de Carl Thompson, de Gunnar Racing, en Long Beach. En abril de 2004, más de treinta años después de su nacimiento, el 917-037 hizo su ansiado debut público en la llamada Rennsport Reunion de Daytona.
Sin embargo, Porsche había permanecido al tanto del paradero del automóvil a lo largo de su vida, y pudo proporcionar a los propietarios un chasis, cuando fue solicitado, que autenticaba al 037 como un 917K genuino. Esto lo convertiría en la versión final, y debido a que alrededor del 95% estaba construido de piezas originales de Porsche, también lo convirtió en el ejemplar más original que existe. De vuelta en Mónaco, luego de dos meses de minucioso procedimiento burocrático, de obtener y clasificar montones de documentos, el trabajo finalmente fue hecho.
El 917K cuenta con un motor de 12 cilindros planos con 4.9 litros, refrigerado por aire, que era, y sigue siendo apropiado para los 600 hp, algo serio incluso entre la alta jerarquía de súper deportivos de la actualidad. Pero este es un automóvil que pesa solo 600 kilogramos, mucho menos de la mitad que un 911 GT3 actual.
En la calle, es un automóvil de casi medio siglo de antigüedad. Pero es agradable pensar que ahora, cada vez que a Claudio se le antoja, puede dejar en vergüenza a los muchos superdeportivos que habitan en Mónaco.