Como cada año, el domingo es día de definiciones en el Festival de la Velocidad de Goodwood, ya que ese día, se define cuál de todos los inscritos triunfará en la mítica subida a la colina de 1.86 kilómetros en los jardines del castillo. Y todo apuntaba a un desenlace entre los autos eléctricos de alta performance.
Por un lado estaba el NIO EP9, el súper deportivo desarrollado por la start-up china NIO, que monta cuatro motores eléctricos que erogan en total 1,360 caballos y 1092 lb-pie de par. Por el otro, estaba el Volkswagen I.D. R Pikes Peak, el prototipo con 680 hp y 479 lb-pie de torque, capaz de acelerar de 0 a 62 mph (100 km/h) en 2.25 segundos.
El primero llegaba con varios registros impactantes, incluyendo el cuarto mejor tiempo histórico en Nürburgring con 6:45,9, el segundo mejor para un auto de calle. El contrincante acababa de pulverizar el registro en Pikes Peak, el ascenso más importante de Estados Unidos.
Lo que parecía obvio era que ambos romperían el recórd de Goodwood para un auto eléctrico, los 47.34 segundos marcados en 2013 por Jonny Cocker en el Lola-Drayson B12 69/EV. Así fue.
El primero en salir a escena fue el NIO EP9, bajo el mando del escocés Peter Dumbreck, que con una aceleración inicial de 0 a 62 mph (100 km/h) en 2.7 segundos, cruzó la meta en 44.32 segundos. Nada mal para un auto calzado con neumáticos de calle y con un peso de 1,735 kilos.
Poco después lo hizo en prototipo alemán de sólo 1,100 kilos de peso, conducido por el múltiple campeón de Le Mans, Romain Dumas, el mismo héroe de Pikes Peak. Y nada más pisar el acelerador se supo que tendría el triunfo.
Fue más rápido en la marca de los 100 metros y en la mitad del recorrido. Finalmente, anotó 43.86 segundos. Los neumáticos slicks y el menos peso explican esta diferencia.
NIO EP9 en su trepada en Goodwood 2018
Volkswagen I.D. R Pikes Peak en su trepada en Goodwood 2018