A diferencia de hace dos años, donde la mayoría de las personas desconocía de las capacidades de los vehículos autónomos, al día de hoy, esta percepción ha cambiado según el Cox Automotive Evolution of Mobility Study: Autonomous Vehicles -Estudio de Evolución de la Movilidad de Cox Automotive: Vehículos Autónomos-.
Según los resultados de este análisis, el 84 por ciento de los automovilistas desea tener la opción de conducir por ellos mismos, incluso en un vehículo autónomo, en comparación con el 16 por ciento que se sentiría cómodo dejando que un vehículo autónomo los conduzca sin la opción de poder tomar el control.
Igualmente, la cantidad de encuestados que cree que las carreteras estarían más seguras si todos los vehículos fueran completamente autónomos frente a los operados por personas ha disminuido 18 puntos porcentuales en un lapso de 24 meses.
Antes de seguir con más cifras, debemos precisar que la Sociedad de Ingenieros Automotores actualmente reconoce cinco niveles de conducción autónoma en un vehículo, que van desde el Nivel 0 (control solo para humanos) hasta el Nivel 5 (sin control humano).
Volviendo a temas de la confianza entre los automovilistas, un estudio similar de Kelley Blue Book realizado en 2016, en el que se solicitó a los encuestados que eligieran entre los diferentes niveles de conducción automatizada, la autonomía Nivel 4 alcanzó el "punto óptimo" al proporcionar todos los beneficios de la autonomía total del vehículo sin quitar la opción del control del conductor.
Ahora, las actitudes en torno a la tecnología de conducción autónoma se han revertido, y casi la mitad de los consumidores respondieron que nunca comprarían un vehículo de nivel 5 (49 por ciento, frente al 30 por ciento en 2016).
El sentimiento del consumidor cambia hacia vehículos autónomos
Recientes accidentes que involucran vehículos autónomos han ensombrecido esta tecnología, pero los accidentes solo pueden ser ligeramente responsables de un cambio en el sentimiento del consumidor. Aquellos que desconocen los incidentes autónomos son tan propensos como los que saben del incidente a creer que las carreteras serían más seguras si todos los vehículos fueran operados por personas en lugar de vehículos autónomos (54 por ciento contra 55 por ciento; respectivamente).
Tres cuartas partes de los consumidores dicen que los vehículos completamente autónomos necesitan pruebas del mundo real para perfeccionarse, pero el 54 por ciento prefiere que estas pruebas tengan lugar en una ciudad o ciudad diferente de donde viven.
A pesar de cierta cobertura negativa de los medios, los consumidores quieren, y esperan, funciones semiautónomas, particularmente aquellas centradas en la seguridad, lo que indica una desconexión entre la percepción del consumidor de las características de la tecnología de seguridad versus los vehículos totalmente autónomos.
De hecho, el 54 por ciento de los encuestados está de acuerdo en que las características semiautónomas hacen que las personas sean mejores conductores. Por ejemplo, el sistema de alerta de colisión y el sistema de prevención de colisión son las mejores características consideradas imprescindibles en la próxima compra de un vehículo.