La industria automotriz avanza a pasos agigantados hacia un futuro donde la energía eléctrica domine por encima de la gasolina. Si bien, este no es un camino del todo nuevo, es en los últimos años, donde hemos visto esfuerzos descomunales por parte de las marcas para lanzar productos que estén a ala altura de los clientes, quienes exigen que autos que en verdad puedan usar y disfrutar. En pocas palabras, no quieren laboratorios sobre ruedas.
En este contexto, es donde Grupo Volkswagen literalmente se pone las pilas, ya que con el fin de limpiar su imagen tras el penoso Dieselgate, prácticamente todas las marcas del conglomerado alemán aceleraron el desarrollo de automóviles 100% eléctricos, por lo que en los próximos años atestiguaremos el embate de una oleada eléctrica comandada por el nuevo Audi e-tron 2020. Esta nueva filosofía, donde se busca masificar esta energía sustentable, recibe el nombre de “Electric for all” (eléctricos para todos).
Para lograr su cometido, Grupo VAG se dio a la tarea de crear la nueva Plataforma Modular Eléctrica (MEB), la cual, al menos en teoría debe de convertirse en la base para más de 10 millones de vehículos a nivel mundial. Está de más decir, que la compañía tiene grandes expectativas con está tecnología, desarrollada específicamente para vehículos eléctricos. Esto quiere decir, que no serán eléctricos adaptados a partir de la base de un auto común.
Esta nueva arquitectura, debutará en el nuevo Volkswagen I.D., cuya producción comenzará en Zwickau a finales de 2019 y que más que un modelo propiamente, será el primer integrante de una nueva familia de eléctricos, que a la postre integrará las versiones definitivas de los conceptuales I.D. CROZZ (SUV); I.D. BUZZ (reinterpretación de la legendaria Combi) y del I.D. VIZZION (sedán). En total, Volkswagen planea vender más de un millón de I.D. en sus diferentes variantes para 2025.
Pero la plataforma MEB no sólo se limitará a la familia I.D., ya que, en total, será utilizada por cinco marcas del Grupo VAG, cubriendo una gran variedad de segmentos. De hecho, a decir de Thomas Ulrich, responsable de movilidad eléctrica de Volkswagen “la MEB es probablemente el proyecto más importante en la historia de Volkswagen, similar a la transición del Tipo 1 (Vocho) al Golf”.
Esta afirmación, que para muchos puede rayar en el sacrilegio, es respaldada por la propia compañía alemana que asegura que, con el lanzamiento de sus nuevos modelos, se sumerge de lleno a un punto crucial en la industria automotriz donde la conducción eléctrica y la digitalización constituyen el comienzo del proceso de transformación más profundo desde que los autos se inventaron hace más de 100 años.
NO MÁS LIMITACIONES
Uno de los puntos que más generan duda al momento de comprar un eléctrico tienen que ver con la autonomía, la cual, aunque cada vez mejora sus cifras, todavía no iguala a un auto a combustión interna. Pero a decir de Volkswagen, los modelos MEB se podrán configurar con diferentes capacidades de baterías para rangos superiores a 550 kilómetros. Para garantizar se desarrolló un nuevo sistema de baterías que es menos complejo, pero considerablemente más eficiente que las soluciones actuales, además de que se puede integrar con más facilidad en los modelos I.D. con distintas salidas de potencia.
Por ejemplo, si el propietario de un I.D. considera menos importante que su vehículo sea capaz de alcanzar un rendimiento largo, quizá porque sólo viaja en y alrededor de la ciudad, y por lo tanto sólo cubre distancias cortas, podría ser suficiente una batería con un contenido de energía más pequeño. Esto también haría que el vehículo sea menos costoso. Sin embargo, cualquier persona que regularmente recorra largas distancias podría elegir una batería más grande. Esto brinda a los propietarios una mayor sensación de flexibilidad. El nuevo sistema de baterías ofrece precisamente estas opciones de personalización.
Otras ventajas incluyen la optimización del peso (debido a la cubierta de aluminio), la adaptabilidad de distintos tipos de celdas de baterías, así como un sistema de enfriamiento integrado. Por lo tanto, la batería se puede usar para la transmisión en uno o dos ejes. La configuración de los módulos de las celdas se organizó de forma similar a una barra de chocolate, la batería también es fácil de instalar. Volkswagen también logró aumentar la capacidad de carga a 125 kW, una cifra que acelerará considerablemente el proceso de carga, acortando con ello las paradas para cargar.
Las baterías se fabricarán en la planta de Braunschweig y debido a su estructura modular y formato de celdas múltiples, se podrán usar en todos los modelos I.D., además de que tendrán vidas muy largas. Se cargarán en el frente del vehículo usando un cable o a través de una interfaz inductiva (se espera que llegue a mediano plazo), de forma similar a un smartphone. Será posible cargar una batería en el I.D. al 80% a 125 kW en unos 30 minutos.
Una mirada al chasis del I.D. revela, entre otras cosas, un motor eléctrico que se integró en el eje posterior y la batería en el suelo del vehículo. Esto ofrece una óptima distribución del peso y logra un placer de manejo sorprendente, proporcionando al mismo tiempo a los pasajeros una posición alta y muy cómoda. La transmisión de potencia al eje trasero se realiza con una caja de velocidades de una sola velocidad. Conforme al Estándar WLTP, el rango de rendimiento para cada I.D. será de 330 kilómetros hasta más de 550 kilómetros. Un sistema de carga rápida con 125 kWh proporcionará tiempos de espera significativamente más cortos y será posible ir de una carga de cero a 80 por ciento en 30 minutos.
CONECTADOS EN TODO MOMENTO
No te asustes no nos referimos a un enchufe, sino que a la par de su proceso de electrificación, Volkswagen, pondrá especial énfasis en la digitalización de la movilidad, ya que pretende evolucionar de ser sólo un fabricante de vehículos para convertirse en un proveedor de movilidad con automóviles y servicios digitales. Y para lograrlo, el enfoque no será únicamente sobre la movilidad eléctrica, también se abordará la conectividad.
Para lograrlo, se desarrolló el sistema operativo “vw.OS”, así como una nueva arquitectura eléctrica llamada “E3” que utiliza unas novedosas computadoras de alta integración, que representan un avance con respecto a las unidades de control convencionales. Es así que, con la ayuda de actualizaciones, descargables desde la nube, Volkswagen busca tener el control del rendimiento durante todo el ciclo de vida de sus vehículos.