Por fin llegó el día, viajamos hasta medio oriente, concretamente Abu Dabi para manejar el Audi e-tron 2020, el primer eléctrico de la firma de Ingolstadt.
Luego de la presentación en San Francisco en septiembre pasado, la expectativa era enorme, las soluciones tecnológicas incorporadas en el e-tron lo convierten en uno de los vehículos más avanzados de la actualidad. Y no me refiero solamente a la batería de iones de litio de 95 kWh o cada uno de los dos motores eléctricos que impulsan de manera independiente a cada eje, hasta ahí relativamente nada nuevo.
Sin embargo, tanto batería como motores cuentan con un sistema de enfriamiento por líquido muy interesante y eso es la punta del iceberg. El sofisticado sistema de recuperación de energía ¡es impresionante! se vale de una tecnología para los frenos que supone un cambio de paradigma absoluto, el minucioso trabajo aerodinámico que llevó a los ingenieros a eliminar los espejos laterales, así como la brillante ejecución del interior, entonces se entiende por qué este Audi e-tron es uno de los vehículos tecnológicamente más extraordinarios de la actualidad.
¿Pero por qué razón Audi eligió a la capital mundial del petróleo para dejarnos manejar su primer vehículo eléctrico?
Bueno, resulta que, si bien es cierto, tan solo Abu Dabi tiene cerca del 8% de las reservas mundiales de petróleo y sumando a Dubái así como el resto de los Emiratos Árabes Unidos la cifra alcanza casi el 10%. También lo es que es un país que está consciente, incluso mucho más que algunos que no tienen reservas o que casi se las han terminado como México, que el petróleo no es una fuente de energía sostenible y en el largo plazo no servirá para mantener el nivel de riqueza que han logrado.
Y es que tanto Abu Dabi como Dubái hasta hace no mucho tiempo (en los sesentas), no eran más que pueblos de pescadores que vivían principalmente de la extracción y venta de perlas naturales, un negocio que se terminó abruptamente cuando los japoneses encontraron la manera de cultivarlas de manera artificial. Para su fortuna no pasó mucho tiempo para que encontraran los gigantescos yacimientos que les permitieron construir no solo cosas como el hotel más lujoso del mundo o la torre más alta, sino una infraestructura de primer nivel para toda su población. No hay crimen, ni desempleo y para donde mires se aprecia modernidad, riqueza y orden. Más impresionante aun es que construyeron todo eso en pleno desierto, en donde en el verano las temperaturas rozan los 50 grados, incluso ahora en diciembre había momentos en que nos acercábamos a los 30 grados, algo que para ellos ya es un clima muy agradable.
Definitivamente te pone a pensar en que habría sido de México si aquella frase de “ahora tenemos que acostumbrarnos administrar la abundancia” hubiera significado que las ganancias del petróleo se invirtieran en el país y no terminaran perdiéndose en tanta corrupción o bien, beneficiando a unos cuantos.
Pero bueno, regresando al punto, en Abu Dabi están utilizando todas esas ganancias petroleras para construir proyectos que les garanticen viabilidad, prosperidad y riqueza cuando llegue el momento en que no se pueda depender más del oro negro. Y ahí es donde entra en escena la ciudad de Masdar, en donde dio inicio nuestra ruta, y que es un modelo mundial de sostenibilidad debido a la eficiencia en la utilización de energía eléctrica y agua con que fue desarrollada. Gracias a la forma en la que están construidos, los edificios se ventilan y mantienen frescos de manera natural, utilizando algunas técnicas que vienen desde los Beduinos, muy modernizadas claro está. Los materiales con que utilizan mantienen el intercambio de calor al mínimo y además se iluminan casi en su totalidad con luz natural.
A unos cuantos metros además, se encuentra una de las granjas de celdas solares más grandes del mundo y pronto será minúscula en comparación con otra diez veces más grande que se está construyendo cerca de Dubái.
Ahora sí, dicho lo anterior es que podemos entender el por qué se presentó e-tron ahí. Pocos lugares en el mundo están tan alineados a la filosofía de sostenibilidad de este nuevo Audi como Masdar, a las afueras de Abu Dabi.
Al salir de Masdar entramos a una gran autopista en donde la velocidad máxima fluctuaba entre 120 y 140 km/h, y créeme que no intentamos ir por encima, estos tipos no se andan con juegos, y simplemente no hay tolerancia cuando se trata de romper las reglas. Las multas por exceso de velocidad en Abu Dabi cuestan varios cientos de dólares y dependiendo de las circunstancias, podrías acabar en la estación de policía, en cuyo caso te podrían boletinar y ello terminar en que no puedas volver a ingresar a los Emiratos Árabes nunca más en tu vida.
Pero a esas velocidades el Audi e-tron es increíblemente silencioso, a 140 km/h el único sonido perceptible es el del viento y eso apenas. Asimismo, el trabajo aerodinámico fue exhaustivo.
La parrilla activa, parte baja totalmente cubierta incluyendo los componentes de la suspensión, la sustitución de espejos laterales por unas cámaras que van montadas en estructuras que se comportan como alas, diseño de rines y otros tantos detalles permitieron lograr un coeficiente de 0.27, notable en verdad si consideramos que se trata de una SUV.
Mencionaba que hay dos motores, el delantero es de 168 hp, mientras que el de atrás es de 188 hp, La potencia total del sistema entonces es de 355 hp y 413 lb-pie de torque (402hp y 490 lb-pie en modo boost), con lo cual es capaz de hacer un 0 -100 km/h en 6.6 segundos, que pueden bajar hasta 5.7 segundos accionando el ya mencionado modo Boost. Es rápido, aunque ni cerca en comparación con los Tesla, sin embargo, la aceleración jamás fue una prioridad para los ingenieros de Audi, aquí el enfoque se concentró mucho más en el refinamiento y en que los consumidores recibieran un producto acorde a lo que esperan de la marca.
Y vale la pena destacar que el e-tron es tan silencioso y refinado, está tan bien construido y la experiencia abordo es tan buena que por lo menos en ese aspecto deja atrás a los Tesla.
Uno de los puntos marcados en la ruta era el ascenso a Jebel Hafeet, la segunda montaña más alta de los Emiratos Árabes Unidos y que está prácticamente en la frontera con Omán, y aunque tampoco se trata de una altura propia del Himalaya, sí fueron varios kilómetros de una carretera llena de curvas y buena inclinación.
Lo interesante de llegar a la cima en realidad estaba en el descenso, ya que ahí podríamos comprobar las capacidades de regeneración de energía del Audi e-tron. Comentaba anteriormente que éste es uno de sus sistemas más interesantes, puesto que hasta el 30% de la autonomía total se consigue gracias a su increíble eficiencia.
Por principio de cuentas, las paletas de cambio detrás del volante que tienen dos posiciones sirven para controlar manualmente la regeneración de energía y funcionan igual a como lo hacen en el Honda Insight, es decir la izquierda incrementa el arrastre y por lo tanto la capacidad de regeneración y la derecha sirve para aligerar el arrastre adicional o eliminarlo por completo. Adicionalmente el sistema de frenos es By Wire, no tiene conexión física con los calipers y esto significa que cuando el conductor oprime el pedal, en función de los parámetros de recorrido y fuerza aplicada se genera una resistencia simulada, mientras que la acción de detener al vehículo se efectúa maximizando la resistencia de los motores eléctricos, con lo cual se puede recuperar mucha energía.
Cuando se requiere de mayor capacidad de frenado, el sistema activa electrónicamente un control de válvulas que acciona las pinzas y lo hace de manera completamente imperceptible.
En la práctica, el pedal no se siente artificial en absoluto y el funcionamiento es tan natural que si a priori no supiera que el sistema trabaja así, no lo habría notado jamás. Dejamos la cima montaña con unos 65 km de autonomía y unos 15 km después al término del descenso, el indicador señalaba 78 km, ganar 13 kilómetros de rango en esa distancia no suena nada mal, considerando además que llevábamos el aire acondicionado encendido todo el tiempo.
Al llegar al punto intermedio de la ruta, en donde sería la comida, había un supercargador, con lo cual, mientras nosotros recuperábamos energía, los e-tron harían lo propio. En el lugar también tuvimos oportunidad de hacer una pequeña incursión fuera del camino, en donde comprobamos que se trata de un quattro en toda la extensión de la palabra, solo bastó activar el modo de manejo off-road para que la suspensión neumática se colocara en una posición elevada y listo. El Audi e-tron 2020 no tiene diferenciales, ni una flecha que conecte a ambos ejes, sin embargo y gracias a la gestión electrónica de la entrega de torque de cada motor eléctrico, el funcionamiento se percibe tal y como sería en un vehículo AWD común, en donde a la menor indicación de deslizamiento, entran en acción las ruedas con mejor tracción para seguir avanzando.
Por su parte, la experiencia abordo es inmejorable, el lenguaje de diseño es el que Audi presentó con la más reciente entrega del A8 y que también encontramos en la nueva Q8. Es decir, trazos rectos y un tablero dominado por dos grandes pantallas táctiles desde donde se controlan prácticamente todas las funciones del vehículo. La superior destinada para: navegador, audio, teléfono y configuraciones del vehículo, y la inferior destinada al climatizador y modos de manejo.
Asimismo, el Virtual Cockpit presenta una ligera evolución, tiene más resolución que antes, así como una cubierta de cristal que da una apariencia como de una gran tablet de gama alta. En materia de equipamiento no falta nada; desde el Head Up display que es a color, climatizador automático de cuatro zonas, cargador por inducción, asientos con calefacción y enfriamiento, asientos forrados en cuero con pespuntes en color naranja, cámara de 360°, acceso y arranque mediante llave inteligente, entre un largo etc.
Hay además un par de elementos que brindan una experiencia diferente al resto de otros Audi, la primera y quizá no tan relevante es la palanca de cambios, que en realidad de palanca no tiene nada. Se trata de un par de botones montados en una estructura que va en la consola central y que se asemeja al control de una aeronave, empujar el botón hacia atrás con el índice coloca la transmisión de una sola velocidad en posición “D”, y es necesario presionarlo un poco más para el modo Sport, mientras que moverlo hacia adelante con el pulgar acciona la reversa. La posición “P” se activa al presionar un botón por separado que está a un costado de la mencionada estructura.
El otro aspecto que diferencia al e-tron de otros hermanos de gama es la sustitución de espejos laterales por cámaras de alta resolución que despliegan la imagen en unas pantallas OLED ubicadas en la parte superior de la puerta. Si bien, utilizar la de la derecha resulta completamente natural y fácil, para el lado izquierdo sí es necesario acostumbrarse, ya que hay que mirar más abajo en comparación a lo que estamos habituados con los espejos tradicionales. Como sea, se dificulta un poco al inicio, aunque para el final del día ya lo hacía de manera natural y sin complicaciones.
Las pantallas tienen la forma de un espejo retrovisor y no solo se despliegan las imágenes que verías normalmente, sino también la indicación de presencia en punto ciego o la señal de que la luz direccional está activada. Pero a lo largo del día y con las diferentes condiciones de luz, el desempeño tanto de cámaras como pantallas se mostró excelente, destacando todavía más cuando estaba por caer la noche, ahí se eliminan los brillos y reflejos producidos por los faros de otros autos, con lo cual se obtiene una imagen muy nítida. Es importante señalar que por lo menos de inicio esta opción no estará disponible en nuestro mercado debido a una cuestión de regulaciones que Audi espera poder superar lo antes posible.
Luego de una jornada de manejo que inició cerca de las 10 de la mañana y terminó a las 7 de la noche en las Etihad Towers, que se hicieran famosas por la escena de Rápidos y Furiosos 7 en donde un Lykan Hypersport voló de una torre a otra, pude comprobar que el Audi e-tron es perfectamente capaz de realizar viajes largos sin inconvenientes, es cierto hicimos una parada intermedia para recargarlo, pero había que comer de cualquier forma ¿no?
Audi anuncia 400 km de autonomía para el e-tron, y aunque es una cifra que en la práctica será casi imposible de lograr, unos 360 km sí son perfectamente viables, un rango mucho mayor del que podrías necesitar en la rutina diaria, e incluso suficiente para salidas a carretera de distancia media.
La verdadera batalla en el mercado de autos eléctricos premium empieza ahora, el Audi e-tron es un producto en el que está vertido todo el know how no solo de la firma de Ingolstadt, sino de todo el Grupo Volkswagen, es en verdad impecable. Con lo cual, es un hecho que será un rival temible para Tesla, que hasta ahora ha estado básicamente sola en su categoría. Además, el e-tron no es el único, también están el Jaguar i-Pace y el Mercedes-Benz EQC por lo que queda claro que la guerra apenas comienza.
Audi e-tron 2020 llegará en la primera mitad de 2019 y aunque no hay precio confirmado aún, la firma está buscando mantenerlo por debajo de los 100,000 dólares.