La única forma de que no te vean en un McLaren 720S Spider es poniéndote una máscara. No hay como escapar de su techo acristalado, que es el principal atractivo de esta variante. Conformado por un atril de fibra de carbono, es más ligero que el esquema reforzado de metal del 650S, que de paso lo hace casi 7 kg más liviano.
El cristal que lo compone es fotosensible y ajustable, como las ventanas de los aviones. Detrás de los asientos, dos estructuras se destacan por su fabricación en cristal que acompaña esta sensación de máxima luminosidad. El techo solamente suma 49 kg al peso final del auto, lo que lo hace muy ligero. Además, plegándose en 11s si vas bajo 50 km/h, lo hace el techo más veloz entre los superdeportivos.
Fuera de este hermoso añadido, el 720S de McLaren permanece tan fascinante como siempre. Esto incluye a su celda Monocage II-S fabricada en fibra de carbono y que permite, gracias a su rigidez, no utilizar refuerzos extra para la variante convertible y de entregar un nivel de seguridad de alto estándar.
También mantiene su mecánica V8 biturbo de 4.0 L, con exactamente las mismas cifras que el coupé: 710 Hp, 568 Lb-pie de torque, 0 a 62 mph (100 km/h) en 2.9s y 0 a 124 mph (200 km/h) en 7.9 segundos. Lo que si varía, es la velocidad final, 212 mph (341 km/h) cuando vas con el techo cerrado y 202 mph (325 km/h) sin el techo.
Otros cambios menores, pero interesantes, están en la gestión aerodinámica y en la climatización, la cual se ajusta electrónicamente con parámetros únicos, según como uses el techo. Las puertas además perdieron sus marcos y vieron modificados sus sistemas de apertura y anclaje, pero no le quita soporte a la estructura, la cual ha sido revisada para ser más silenciosa y generar menos turbulencia que en el 650S Spider de la generación pasada.
Tal como la versión coupé, cuenta con el sistema Proactive Chassis Control II de suspensión hidráulica, ajustable en tres modos (Comfort, Sport, Track). Finalmente, quedan mencionar las nuevas llantas de diez radios y las tres terminaciones principales de equipamiento, Standard, Performance y Luxury, acompañado de una paleta de 23 colores a elegir, donde se suman tres nuevos colores: Belize Blue, Aztec Gold y Supernova Silver, un color histórico de McLaren.
Las entregas comenzarán el otro año, con un valor aproximado en Europa de casi 300,000 dólares.