He de ser sincero, como buen fan de los autos y el anime, lo primero que se me viene a la mente al ver este Datsun 280Z restaurado por el especialista búlgaro Vilner Garage, es el legendario “Devil Z”, protagonista de Wangan Midnight. La inspiración, esta ahí, pero para más allá del color azul de la carrocería, poco o nada tienen que ver entre sí.
La historia del Datsun 280Z 1976 es un tanto curiosa, ya que literalmente, antes de pasar a las manos de Vilner, este auto le perteneció a Erich Hartmann, un piloto alemán de aviones de caza durante la Segunda Guerra Mundial, que falleció en 1993. Desde entonces, la unidad estuvo estacionado en la sala de su anterior propietario, junto a los restos de Messershmitt Bf 109, donde literalmente fungió como una especia de mesa de centro con ruedas. No obstante, Atanas Vilner pudo adquirirlo y se dio a la tarea de restaurarlo en su taller.
El proceso comenzó en el mismo momento del desarme, ya que cada perno, tubo y adorno fue removido. Vilner restauró, actualizó o reemplazó cada pieza según las especificaciones del fabricante, pero al mismo tiempo añadiendo un toque personal como la carrocería en azul mate “Cobalt Matt Metallic”, que contrasta con los rines y algunos elementos pintados en cobre “Cooper Rose”.
Los parachoques fueron removidas, al mismo tiempo que se añadieron grupos ópticos LED. Se añadieron coilovers Eibach, al mismo tiempo que la carrocería ve disminuida su altura 20 mm. Por último, se le añadieron salidas de escape en acero inoxidable.
Puertas adentro, la sorpresa es mayúscula, ya que en cada esquina se derrocha calidad. Todo a nuestra vista está forrado en piel marrón, destacando el volante, los paneles de las puertas y el tablero. Por su parte, los asientos lucen contrastes con costuras azules. El techo, también está pintado en este tono, que evoca al mismo cielo.
Contrario al Devil Z, que lucía unas modificaciones mecánicas extremas, este 280Z de Vilner Garage, conserva inalterado el seis cilindros de 2.8 litros, capaz de entregar 170 hp y 163 lb-pie de torque, el cual se acopla a una transmisión automática de tres velocidades.
Por fortuna, Vilner no piensa quedarse con este precioso Datsun 280Z, por lo que lo pone a la venta a un valor de 75,000 euros.