Ferrari sigue con su sana costumbre de ofrecer coupés con motores V8 en posición central trasera. Esta tradición nació en 1975 cuando se presentó en el Salón de París el primer 308 GTB, y desde allí, los modelos más producidos por Ferrari responden este esquema. El último exponente de esta dinastía es el F8 Tributo, que reemplazará al actual 488 GTB en el corto plazo.
El Ferrari F8 Tributo cuenta con las mismas cifras de desempeño que el 488 Pista, esto quiere decir que cuenta con un V8 a 90° biturbo de 3.9 litros, que eroga 720 Hp a 8,000 rpm y 568 libras-pie, siendo el V8 de producción más poderoso que haya construido la marca en su historia.
Con respecto al 488 GTB, el F8 Tributo es 40 kilos más liviana, con un peso total de 1,330 kilos en seco. Esta dieta le permite hacer el 0 a 62 mph (100 km/h) en apenas 2.9 segundos, el 0 a 124 (200 km/h) en 7.8 segundos y, si te animas a seguir acelerando, llega hasta 211 mph (340 km/h).
Desde afuera podemos ver en la carrocería que adoptó soluciones aerodinámicas nuevas, como las tomas de aire dinámicas para el motor situadas en el lateral, radiadores delanteros inclinados para atrás y un spoiler que envuelve la parte trasera. Y ya que la estamos mirando desde atrás, veamos algo interesante: una luneta trasera en Lexan (resina de policarbonato) transparente y con ranuras, que evoca directamente al emblemático F40.
En el interior, tenemos todo lo que esperamos en una Ferrari, un estilo tipo cockpit de avión con un nuevo volante multifunción de diámetro reducido, pantalla táctil de 7” y un rediseño general de paneles de puertas y tablero.
