Con el objetivo de evaluar el nivel de seguridad de los automóviles que se comercializan en Estados Unidos, a lo largo de todo el año, el Insurance Institute for Highway Safety -IIHS- realiza una serie de pruebas de choque a los modelos que son de nueva generación o que han sido renovados. Bajo este esquema, el organismo se dio a la tarea de someter a evaluación al Audi A6 y Q8 para determinar que tan seguros son para sus pasajeros o futuros propietarios.
Como todos los vehículos que son llevados a los laboratorios del IIHS, este par de modelos de Audi fueron sometidos a seis pruebas de choque - impacto frontal pequeño del lado del conductor, impacto frontal moderado, impacto lateral, resistencia del techo y reposacabezas- para determinar que tan resistentes son sus carrocerías al momento de sufrir un impacto simulado. En el caso especifico del A6, el sedán obtuvo la máxima puntuación Good -Bueno- en cada crash test motivo por el cual fue nombrado Top Safety Pick.
Ahora bien, debido a que los modelos que cuentan aunque sea de manera opcional el sistema de frenado automático, el Audi A6 tuvo la oportunidad de pasar a una segunda evaluación para determinar si era merecedor del Top Safety Pick + (Plus). Dado que en este segundo apartado el modelo alemán logró la calificación de Superior, así como Good en el tema iluminación, fue acreedor al máximo reconocimiento otorgado por el IIHS.
Con respecto al Q8, este solo consiguió la designación de Top Safety Pick. Si bien, el SUV obtuvo un buen reconocimiento en las pruebas de choque, al pasar a la segunda fase para contender por el Top Safety Pick + por equipar el sistema de frenado autónomo, y recibir la calificación de Superior, la designación de Acceptable -Aceptable- hizo que no lo lograra.