Siguen la malas noticias para el mercado automotor de Reino Unido. BMW Group ha dado a conocer que cerrará la planta de MINI, ubicada en Gran Bretaña, durante cuatro semanas -a partir del lunes 1 de abril- como parte de un plan para ayudar a la compañía a lidiar con cualquier interrupción resultante del Brexit, que desde entonces se ha retrasado.
Aunque esta medida estaba planeada para el verano, el fabricante alemán, que construye poco más del 15 por ciento de los 1.5 millones de automóviles británicos, se decidió realizar antes el cierre temporal para minimizar el riesgo de cualquier posible interrupción del suministro de piezas a corto plazo en el caso de que no se llegue a un acuerdo del Brexit.
Cabe mencionar que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea se ha retrasado desde el 29 de marzo hasta al menos el 12 de abril o potencialmente mucho más tarde, lo que quebranta el calendario de los principales planes de contingencia para algunos fabricantes de automóviles.
Respecto a la fábrica de Rolls-Royce de BMW en Goodwood, esta cerrará durante dos semanas, mientras que las instalaciones de tres plantas y motores de Jaguar Land Rover (JLR) y las instalaciones de Honda en Swindon también cerrarán durante algunos días este mes como parte de las contingencias del Brexit.
A lo anterior, hay que sumar que Nissan canceló los planes para construir un nuevo vehículo deportivo en su planta inglesa Sunderland y Honda decidió el cierre de su planta en 2021 en el mayor golpe al sector en años.
Los riesgos del Brexit
En caso de que se cumpla el Brexit, los fabricantes de automóviles enfrentan una serie de riesgos si hay un Brexit desordenado, que incluye retrasos en el suministro de puertos y modelos terminados, nueva burocracia aduanera, la necesidad de volver a certificar modelos y un arancel de hasta el 10 por ciento para los vehículos producidos.