Aunque ya llevaba cocinándose hace un tiempo, Alejandro Agac, Gil De Ferran y compañía, aprovecharon la vitrina de Goodwood para anunciar lo que será una mezcla entre el Rallycross, el Dakar y la Fórmula E: la Extreme E.
Esta nueva competencia demostrará que la tecnología eléctrica está lista no solo para ambientes controlados, como es un circuito plano con foco en la velocidad y la estrategia, sino que también es lo suficientemente robusto y seguro como para darse guerra en locaciones más abrasivas y trazados más intrincados. Además, la idea tras estos modelos es acercarlos a su formato de venta más natural, los SUV (y por favor, guarden las proporciones cuando digo SUV, estos no son vehículos familiares para ir al mall).
Los datos técnicos
Este todoterreno eléctrico, que se parece mucho a un auto del Dakar, es el Odyssey 21, fabricado por Spark Racing Tecnologies, el mismo equipo que está detrás de los monoplazas de la Fórmula E. Cada vehículo está fabricado a partir de un set de piezas estandarizadas, incluyendo una jaula tubular en aleación de acero con niobio, una estructura anti-impactos y una carrocería, cuyo material de fabricación, no ha sido revelado.
Lo que si ha sido anunciado, es que ciertas zonas de la carrocería, como el frontal, los parachoques, faldones, luces y capot, podrán ser personalizados por los equipos para que se asemejen a vehículos de calle, tal como ocurre en el Dakar, en Nascar o en otras categorías. ¿Ahora nos entiendes lo que decíamos sobre los SUV?
Pasando a lo mecánico, la división de ingeniería de Williams (si, los de la F1), estarán a cargo de las baterías. Los motores, no se ha señalado quien será su proveedor, pero sabemos que con cerca de 550 Hp (400 kW) y 679 libras-pie de torque total, pueden lanzar este vehículo a 62 mph (100 km/h) en apenas 4.5 segundos, con una velocidad final de 145 mph (200 km/h).
La suspensión es de doble horquilla en todas las ruedas, con un monoshock ajustable en tres posiciones, aparte de contar con topes hidráulicos, frenos Alcon de seis pistones, dirección de asistencia eléctrica y neumáticos Continental, diseñados especialmente para la categoría.
Con una altura de 450 mm y un recorrido de suspensión de 385 mm, el Odyssey 21 está listo para ir por todo. Podrá enfrentar gradientes de entre 40 y 53 grados, apoyándose en la estabilidad que le da su ancho de 2,3 metros y su largo de 4,4 metros, considerando una altura de 1,8 metros y una distancia entre ejes de tres metros.
Modo de competencia
La categoría está diseñada para llevar este auto a lugares muy rudos y variados. Selva, antártica, desierto, ofrecerán condiciones climáticas y caminos perfectos para una carrera desafiante. Las competencias se llevarán a cabo en circuitos de entre seis y diez kilómetros, los cuales serán distintos entre ronda y ronda. Los equipos se dividirán en dos grupos, de los cuales solo pasarán a los cuartos de final, los cuatro mejores de cada uno. Desde ahí en adelante, son carreras de uno contra uno, donde los ganadores pasan a la semifinal y de ahí a la final. El único equipo confirmado por ahora es Venturi, quienes participan de la Fórmula E.
Base nomade
Otro detalle muy llamativo, es la base de operaciones de la competencia, la cual está instalada directamente en un barco, el RMS Santa Helena. En esta embarcación estarán instalados los equipos, los garajes, la estación de prensa, laboratorios y los servicios de hospitality. Este barco atracará cerca de los lugares donde se realicen las carreras, las cuales serán transmitidas vía drones. Incluso los pilotos podrán conocer y probar la pista gracias a la tecnología de realidad virtual, con mapeos digitales de la pista.
¿Para cuando?
Las pruebas del Odyssey 21 en fase de prototipo, comenzarán en septiembre. Si todo sale bien, ya en marzo del 2020 deberían estar hechas las entregas de los 12 autos a los equipos confirmados. A mediados del 2020 comenzarán las practicas oficiales, antes de abordar el Santa Helena, el cual zarpará a fin de año para comenzar la carrera inaugural, los primeros meses del 2021.
El desafío es grande y extravagante pero, así como la Formula E ha probado ser exitosa, confiamos en que la Extreme E también nos entusiasme. Aun estará por verse si se copiarán elementos como el Fanboost o estrategias similares a las de la Fórmula E, pero por ahora, la cosa promete.
Extreme E electric off-road racer makes world debut at Goodwood