A pesar de que el Golf GTI TCR es la versión más extrema de la octava generación del modelo más vendido de Volkswagen, ABT Sportsline no quiso perder la oportunidad de imponerle más poder al poder.
Para este proyecto, el tuner alemán metió mano en el software del motor con el objetivo de exprimirle más energía al motor de cuatro cilindros. Al emplear la unidad de control de alta tecnología ABT Engine Control (AEC), el rendimiento se incrementa de 290 a 340 hp. Igualmente, el 2.0 litros ve una afectación en el torque, por lo que el GTI TCR de ABT ofrece 317 libras-pie, esto es 37 libras-pie más que de fábrica.
Obviamente, que, con este aumento de poder, de inmediato la capacidad de aceleración quedó mejorada. Cuando se trata de despegar de 0 a 100 km/h, este Golf cumple la misión en 5.4 segundos, esto es dos décimas de segundo menos. Por su parte, la velocidad máxima es de 265 km/h.
Más allá de su competitividad de aceleración en línea recta, este Golf TCR perfeccionado por ABT mejora su dinámica de conducción en curvas, debido a que ofrece mayor estabilidad por medio de un nuevo sistema de suspensión con coilovers. Aunado a la anterior suma una jaula de seguridad para aumentar la seguridad de los pasajeros en caso de una volcadura.
Debido a que el taller alemán no suele meterse demasiado en la estética de sus proyectos y a que en este Golf TCR no había mucho por cambiar, la personalización visual queda limitada a un set de rines de 20 pulgadas en negro brillante.