Sin techo ante los faroles de Frankfurt, aparece la F8 Spider de Ferrari, una conversión a descapotable más que esperada; no ha existido berlinetta contemporánea que no tenga una versión convertible.
El desarrollo comienza donde dejamos a la F8 Tributo lanzada a principios de año en Ginebra, es decir, hablamos de un biplaza con motor V8 central que, en parte, es una prolongación del desarrollo que comenzó con la 458 Italia y siguió con las 488 GTB y Pista, tal como la F430 se fabricó a partir de la 360 Módena, la 355, desde la 348 y la 328 desde la 308 de 1975.
Como el auto, es esencialmente el mismo, pero sin techo, el motor se conserva, una unidad V8 turbo de 3.9 litros, el que eroga 710 Hp y 568 Lb-pie de torque. Una caja de siete velocidades y doble embrague, le ayuda a levantar hasta las ocho mil vueltas y alcanzar los 100 km/h en 2.9 segundos. Desde ahí hasta los 200 km/h se toma un poco más de tiempo, 8.2 segundos versus los 7.8 segundos que le toma al Ferrari F8 Tributo.
Lo único triste de este V8 es que, aunque podrás oírlo muy bien, no podrás mirarlo; la cubierta de Lexan con ranuras inspiradas en el F40 desaparece, para dar espacio a la tapa que oculta el techo retráctil. Tal como el 812 GTS, le toma 14 segundos desplegar el techo a una velocidad de marcha no mayor a 45 km/h. Solo 70 kilos le añade esta cubierta al peso final del auto, algo que solo notarás leyendo cifras en un papel.
Más allá, la verdad no hay novedades. Ni siquiera su precio ha sido anunciado, pues aunque sea difícil de aceptar es muy probable que no podamos costearlo.