Siguiendo el estilo del peculiar BMW Isetta de la década de 1950, la empresa Microlino AG ha creado un automóvil que, por sus dimensiones, movilidad eléctrica y soluciones de la carrocería e interior, lo convierten en el automóvil ideal para la ciudad.
Con una longitud de 2.4 metros, este pequeño auto que lleva el nombre de Microlino, no solo sigue los pasos del Isetta en la figura de la carrocería, sino también en la configuración de la puerta frontal para acceder al interior.
A diferencia de un automóvil convencional que tiene las puertas en los costados, en el caso del Microlino el portón está en la parte frontal, por lo que al momento abrirlo se despliega junto con el parabrisas.
Continuando con el exterior, este peculiar automóvil también destaca por la solución de diseño realizada en las luces, que están ubicadas en los espejos laterales, en las ruedas traseras que están parcialmente ocultas por la carrocería.
Adentro, el Microlino dispone de una banca que acomoda al conductor y un acompañante, así como de una pequeña cajuela -220 litros de volumen- a la que se accede por una puerta en parte posterior del vehículo.
Gracias a su tamaño compacto, este vehículo no solo resulta es excelente solución de movilidad en las calles y avenidas, sino que también al momento de buscar un lugar de estacionamiento. Puede estacionarse en forma cruzada (en batería) y, por lo tanto, solo necesita un tercio del espacio de un automóvil normal.
Junto a sus compactas dimensiones, el Microlino tiene un peso que apenas supera los 500 kilogramos, esto permite que su sistema eléctrico de 11 kW (15 hp), requiera de poco tiempo de recarga y de una autonomía de 125 o 200 kilómetros, dependiendo del tipo de batería.
Al hacer una comparación del tamaño de la batería y el rango, es evidente que consume significativamente menos energía que otros autos eléctricos.
Por último, el Microlino tiene un precio base de 12,000 euros.
Microlino