A medida que la desaceleración económica ocasionada por el brote de coronavirus (COVID-19) continúa empeorando, la venta de automóviles se ve afectada a nivel mundial.
De acuerdo con los pronósticos de Moody's Investors Service, se espera que al cierre de 2020 el mercado automotor mundial registre una caída del 14 por ciento en las ventas.
Evidentemente, esta es un descenso mucho mayor al registrado en 2019 y al pronosticado en febrero de 2020 en donde se predecía que las ventas de vehículos caerían un 2.5 por ciento.
No obstante que esta recesión económica es a nivel global, se prevé que Europa y Estados Unidos experimentarán la mayor caída de la demanda. Esto debido a que ambas regiones se han convertido en el epicentro del brote de coronavirus.
Específicamente, en Europa occidental el mercado de autos cerrará 2020 con un descenso del más del 20 por ciento. Por su parte, China, el país en donde más automóviles se venden, experimentará una disminución significativa en el primer semestre, lo que provocará una caída anual del 10 por ciento.
En el caso de Estados Unidos, la venta de vehículos está disminuyendo a medida que el brote se extiende por todo el país. Esto ocasionará que el mercado automovilístico se contraiga en al menos un 15 por ciento en 2020. La demanda debería recuperarse modestamente en 2021.
Otro mercado automotor estable, que también se está viendo afectado, es Japón que registrará una caída del 8 por ciento. Si bien el lanzamiento planificado de nuevos modelos de automóviles está listo para respaldar las ventas, la disminución de la demanda y la escasez de piezas causadas por el brote de coronavirus provocará una fuerte disminución.
Además de los fabricantes de automóviles, quienes están pasando por problemas son los proveedores de autopartes que registrará un descenso del 21 por ciento. La interrupción abrupta a corto plazo de la producción de automóviles en China, Europa y América del Norte generará grandes ineficiencias operativas en el primer y segundo trimestre calendario de 2020.