Desde hace algún tiempo, quedó claro que las pickups cambiaron su rumbo y no solo son vehículos para labores de trabajo, sino que también pueden ser empleadas como el medio de transporte del diario de las personas.
Teniendo que las pickups se convirtieron en vehículos multifacéticos, los fabricantes y talleres de tuning han sacado provecho de esto, y han desarrollado modelos con un alto nivel de equipamiento y/o poder.
Un ejemplo claro de la transformación de las pickups es esta GMC Canyon desarrollada por Speciality Vehicle Engineering, que por su capacidad de poder se puede catalogar como una super camioneta.
Tomando como base una Canyon de la generación anterior (segunda 2015-2020), este proyecto que lleva por nombre GMC Syclone ofrece un poder excelso, sobre todo si se compara con el que ofrece de fábrica -280 hp-.
Como si el poder del V6 fuera poca cosa, Speciality Vehicle Engineering decidió imponer el conocido V8 de 5.3 litros de General Motors, solo que, con una serie de mejoras y adecuaciones en los pistones, cilindros, culatas, cigüeñal, inyectores; así como la adopción de un supercargador y un sistema de escape de alto flujo.
Con la llegada de este motor perfeccionado y alterado, esta pickup dispone de una potencia de 750 hp y 600 libras-pie de torque.
Considerando que el enfoque de esta GMC Syclone es rodar a altas velocidades sobre el asfalto, también contiene un nuevo sistema de frenos, reducción de la carrocería con respectos al suelo, una suspensión deportiva con nuevos amortiguadores, una barra estabilizadora y neumáticos Michelin.
Desde el punto de vista estético, esta pickup tiene una apariencia más atractiva por medio de un set de rines de 20 pulgadas en color negro, un cofre con entrada de aire, detalles en rojo e insignias distintivas.
Por último, esta GMC Syclone tiene una producción limitada a 50 unidades.