Standard & Poor's, la agencia de calificación crediticia también conocida como S&P, ha bajado un lugar, hasta BBB- (calidad aceptable, con cierta sensibilidad a largo plazo a entornos adversos) la apreciación de Nissan, que tiene una perspectiva negativa.
De acuerdo con S&P, esta decisión sobre la calificación de Nissan se debe a la presión que experimentará sobre su rentabilidad en los próximos 12 o 24 meses, esto como parte del empeoramiento de las condiciones de negocio de la empresa en sus principales mercados por el coronavirus.
Además, Standard & Poor's indicó que el plan de reestructuración que prevé implementar la Nissan supondrá una barrera de costos y resaltó que la cantidad de dinero disponible para cubrir deuda o repartir dividendos, una vez se hayan deducido el pago a proveedores y las compras del activo fijo, seguirá siendo negativo.
Asimismo, la firma de calificación crediticia destacó que las condiciones adversas del mercado dificultarán que Nissan recupere rápidamente sus finanzas.
Finalmente, S&P indicó, a su vez, que Nissan lleve a cabo el plan de reestructuración que contempla el cierre de fábricas, el despido de empleados y cambios en la producción, generará unos costos temporales que repercutirán en el rendimiento operativo de la multinacional y en la solidez financiera.